Diccionario R.A.Evangélico
enero 11, 2010
En que tipo de Congregación estás vos? Aún se estilan los formatos del legalismo? Se manifiesta la gracia de Cristo? Qué se caracteriza en nuestras iglesias?
Actualmente seguimos viendo como en las iglesias, al menos en Argentina, quedan resacas del legalismo, maltratos verbales psicológicos y duros en nuestras iglesias. Algunos de estos forman parte del egoísmo del ser humano por quedar gobernar y dirigir no solo la congregación sino también la vida de las personas y dejamos de lado que la iglesia no nos pertenece humanamente sino que es de Dios a cargo y responsabilidad de ministrar con gracia a los oyentes y fieles presentes de las iglesias. Se dejan de lado los valores principales para dar paso a "zorras pequeñas", tales como: chisme, conventillo: "no me caes bien", "no levantes las manos", "siempre te la pasas llorando", "cantas bien pero te falta mucho todavía", "que bien tocas!! pero vestite mejor", "dejen de usar pantalones" (referido a las mujeres), "sino usas la mantilla sos pecadora", etc, etc... Sin darse cuenta; en muchas ocasiones si pero eluden, a que estas "cositas" lastiman, hieren los corazones de los fieles...
Si seguimos mencionando encontramos que hasta el púlpito es usado para dar y entregar "garrotes" al que se le tenga bronca en ese momento o de antemano hace mucho tiempo y ese es un buen lugar donde descargar "verdades" sin darse cuenta o si de que no solo ese referente escucha sino todos los presentes en esa reunión y salen como entraron y no pueden irse con la bendición que realmente en esa reunión, el Señor quiso derramar por es desubicado que utilizó el altar para cosas vanas....
Vayamos a las reuniones con nuestros corazones dispuestos a recibir lo que Dios prepara para cada uno de nosotros en ese momento especial, vayamos preparados para entregar nuestra mejor adoración, a rendir un culto digno de gloria y alabanza como El lo merece, preparando nuestras vidas con excelencia solo para El. Sin mirar al otro, dejando de lado todo argumento, toda vanidad, todo problema, toda circunstancia y dedicar ese tiempo a dar y recibir en Su Presencia porque en otro lugar no vamos a encontrar algo que compare a la presencia de nuestro Dios...
Porqué esta introducción?
Es triste seguir oyendo frases armadas, palabras sin sentido, los que se hacen los doctores en la Palabra en nuestras reuniones y he aquí navegando en esta gran web encontramos un diccionario al que podemos decir que aclara algunas dudas, con una cuota de humor pero con certísima veracidad!!
* Esto no es una burla contra personas ni instituciones concretas, sino una revisión de los valores cristianos y la forma en que entendemos algunas palabras muy usadas en el internacionalmente conocido idioma del "cristianés".
(Citamos algunos fragmentos para su discusión, con las dos traducciones posibles, la original y la tergiversada, a la espera de su ayuda para eliminar la parte falsa):
ADORACIÓNa) Cuando la música que se canta en el "culto" se torna lenta y tranquila. Es buen momento para que se pueda sentar "en meditación" el que esté cansado por el ejercicio extra de la parte rápida ("la alabanza"). Según la liturgia tradicional, se debe proceder a la adoración después del momento de la alabanza y justo antes de los anuncios o de recoger las ofrendas... Hay esa gran flexibilidad. Se recomienda usar cánticos lentos de cantantes de renombre (Marcos Witt, Danilo Montero, Jesús Adrián Romero, Marco Barrientos...) porque los cánticos espontáneos o creados en la propia congregación no pueden llegar al nivel espiritual que producen los citados; es imprescindible el uso de varios de estos cantos oficiales pertenecientes a gente mundialmente conocida.
b) Reverenciar con sumo honor y respeto a Dios, rendirle culto, (ver definición "b") venerarle, darle un homenaje. En la antigüedad, parte de la adoración era la lectura de las Sagradas Escrituras, la meditación en las bondades de Dios y la rendición de la voluntad propia a la de Dios, como rey supremo y soberano. No hay registros convincentes de la necesidad de instrumentos musicales, aunque sí de la posibilidad de realizar actos de adoración tanto en privado como en público, e incluso en comunidad. Una vez más, lo importante de este término no es lo que se realiza exteriormente, sino la actitud interior del corazón, sumiso y humilde ante el Ser adorado, en este caso Dios, Jesús, Espíritu Santo.
ALABANZAa) Música rápida y festiva que entonan los asistentes a un "culto" (ver definición en la primera entrega) a principios del mismo. No importa mucho el contenido de dichas canciones, solo es necesario un buen ritmo, que consiga que los asistentes se animen y parezcan estar muy contentos. Si se consigue que la gente baile, los directores del grupo musical, podrán considerar su actuación como exitosa y motivadora ("Con Unción", según el cristianés; su significado... en una futura entrega)
b) Elogiar, exponer las mejores cosas de alguien, en nuestro caso, de Dios. No tiene nada que ver con la música (aunque en la Biblia hay elogios a Dios que se concibieron para ser cantados por mucha gente y con instrumentos musicales, como los salmos). Pero la música no es fundamental, sino la actitud del corazón de reconocer la grandeza de Dios y expresarla con dichos de la boca, cantando, comunicándolo a otras personas de forma hablada, (no necesariamente en un "templo") dando gracias a Dios mientras se reconoce su dominio y poder... Es en definitiva una forma en la que le decimos de todo corazón, piropos a Dios.
ALMAS
a) Todas las personas que todavía no vienen a ninguna congregación. Se usa la frase "Pasíon por las Almas" para indicar las ganas que, sobre todos lo evangelistas, tienen de ver gente nueva en sus reuniones. Muy importante es saber esto: Cuando un ALMA empieza a asistir a una congregación, ya deja de ser alma, y por lo tanto en muchos casos, deja de despertar esa "pasión", por lo que pasa simplemente a ser un "número". Su nuevo estado se cataloga como "miembro" o "asistente".
b) Es una término de extenso uso, pero que suele tomarse en sentido universal como "vida" (criatura que respira, corazón, hombre interior, mente, voluntad...). Depende mucho del contexto de cada frase que lo cita, pero lo que está claro, es que si un "alma" despierta la pasión de los predicadores, esa misma pasión debería perdurar cuando dicha "alma" comienza a asistir a algún lugar de reunión de cristianos, en lugar de caer en el olvido (solo en algunos casos ¿verdad? je, je)... ¿Acaso se deja de ser "alma" por "convertirse"?
ALTAR
a) Lugar cuasi sagrado que separa el lugar "altísimo" (el púlpito) del resto de la congregación. El altar es el lugar idóneo para tener experiencias místicas y recibir algún tipo de milagro. Si el pastor llama a la congregación al altar, aquel que no va es considerado un rebelde sacrílego, que nunca recibirá lo que Dios tenía para Él. Es el lugar designado para hacer todo lo que no sea cantar, ofrendar, o escuchar el sermón, es decir, el "lugar del sacrificio" humano, y "único" sitio donde Dios responde tus oraciones, sobre todo si un "gran siervo" es el que ora por ti.
b) En el Antiguo Testamento, realmente fue el lugar de sacrificio, donde animales morían y eran ofrecidos en diversas formas como pago por el pecado del pueblo y de los propios sacerdotes. Desde que Jesús vino a la Tierra, cuando ofreció el sumo sacrificio (su propia vida) como pago por el pecado de toda la Humanidad, ya no hacen falta más sacrificios animales, el altar dejó de tener razón de ser. Digamos que el Calvario fue el último altar. Hoy día, no necesitas de una oración sagrada, dicha por un ministro sagrado, en un lugar sagrado llamado "altar". Dios escucha a todo el que le busca de verdad, esté donde esté, y sea quien sea.
AMOR
a) Flechazo sentimental y pasajero. Entre los cristianos puede tratarse solo de un cierto aprecio hacia otra persona. Si no es recíproco (correspondido) se deja olvidado, aunque rima muy bien en ciertos cánticos congregacionales.
b) Dios mismo, su esencia de misericordia incomprensible al entendimiento humano, y que se convierte como en un perfume entre los que le siguen, al punto de que su aroma llena la estancia en la que cualquier hijo de Dios esté. Se diferencia de otros sentimientos porque este no se basa en lo que recibe, sino en lo que está dispuesto a dar: Perdona, perdura, ayuda, no pide nada a cambio, es paciente, amable, y produce paz a quienes lo ejercitan y a cuantos les rodean.
ANUNCIOS
a) Parte fundamental del ya citado "culto cristiano". Consiste en decir cuando se van a producir los próximos cultos, las actividades lúdicas congregacionales (si las hubiera), avisar del número de la matrícula del coche (carro) que está estorbando en la puerta del vecino, y promover las actividades propias de las diversas liturgias cristianas, así como, dependiendo del tamaño de la "iglesia" (ver definición "b" de primera entrega), recordar los cumpleaños, que los niños digan el versículo de la semana, y todo tipo de anuncios sociales que sean necesarios. No se permite tener culto sin esta parte fundamental de la liturgia. Eliminar los anuncios sería una aberración.
b) Anunciar es proclamar... Libertad a los que se sienten presos de algo, el año agradable del Señor, predicar el Evangelio de la Salvación... Es vivir de modo que seamos cartas escritas que expresen a todo el mundo que hay un Dios real, y que es capaz de mejorar las vidas de los que le tienen en cuenta; es proclamar a los cuatro vientos que Jesús resucitó y sigue vivo y que no solo podemos contar con Él, sino que Él cuenta con nosotros...
APÓSTOL
a) Cuando la empresa crece al punto de tener varias sucursales en el país, e incluso fuera de él, es necesario que uno de los gerentes (digo pastores) tome las riendas de la empresa a un más alto nivel, adquiriendo (a veces por iniciativa propia) el rango o título de Apóstol. Además de todos los atributos propios del pastor, debe añadir algunas cosas que demuestren su mayor autoridad, tales como un sueldo descontrolado (porque ya nadie sabe cual es), una sumisión absoluta de sus subordinados (en orden piramidal, desde los demás pastores hasta los “cristianitos rasos” o neófitos), y sobre todo una página Web propia, con muchas fotos suyas y de su familia, muy grandes, muy sonrientes, y de gran dignidad empresarial, en la que explique sus logros, capacitaciones, titulaciones académicas, masters, y todo lo que pueda impresionar a los trabajadores de su agrupación internacional para que jamás cuestionen su valía como líder absoluto e incontestable.
b) Tampoco es un título, ni un cargo otorgado por la valía laboral ni la proyección de una persona, ni siquiera por que "abra obras". Del griego "apostolos", significa delegado, enviado, comisionado. Hay textos del Nuevo Testamento que cuando citan esta palabra griega, ni siquiera han sido traducidos como tal, sino simplemente como mensajero. Cristo comisionó a doce de ellos, pero hay textos en las Escrituras que nos hablan de que luego surgieron más... Y también algunos falsos.
AUTORIDAD
a) Palabra clave usada por ciertos "pastores" (presidentes, apóstoles...) a modo de ultimátum. Anteponiendo el pronombre "Mi" (Mi Autoridad) consiguen dar a entender con solo dos palabras todo esto: Aquí mando yo y todo el que se oponga será disciplinado por rebelde; si no se opone abiertamente, sino a escondidas, será disciplinado por murmurador; el que cuestione mis decisiones será disciplinado por oponerse directamente a Dios; el que hable de cualquier otro tipo de autoridad que no se base en credenciales recibidas por otros "grandes siervos de Dios" será tomado por blasfemo; el que no reconozca mi lugar preeminente será arrojado al pozo del olvido y sellado con la palabra "inservible" en la frente... Pero el que acepte mi mandato infalible, obtendrá a cambio lugares de mando intermedio y un merecido reconocimiento público, y si las finanzas lo permiten, un sueldo acorde a su función.
b) Esta palabra no aparece en todo el Antiguo Testamento, hasta que se usa para referirse a Jesús en el evangelio de Mateo y luego en otros textos a lo largo del Nuevo Testamento. Es curioso ver que procede del griego "exousia" que entre otras muchas cosas, indica una habilidad (y no un cargo o lugar de mando). En términos cristianos, se trata de la capacidad para enseñar por medio de la verdad y del ejemplo, al punto de que los oyentes lo aceptan como palabras vivas a tener en cuenta, por la fuerza (a veces sobrenatural) que acompaña a esas palabras. En ningún caso se trata de algo que venga de regalo con ningún título eclesiástico, ni está relacionado con credenciales, comités o jerarquías...
AVIVAMIENTO
a) Palabra que debe usarse en todo congreso que se precie, y en las iglesias que pretendan estar “llenas del fuego del Espíritu”. Es sinónimo de experiencias poco normales en la vida cotidiana de la iglesia. Cuanto más se hable y se manifieste y se declare el avivamiento, tanto menos se estudiará la Palabra de Dios, porque las experiencias tomarán desmedidamente el lugar de esa fe que CONOCE en intimidad a Jesús y Su Palabra. Esta es una buena herramienta para hacer pensar a la gente que tiene algo muy especial… Cuando pasen los años y se den cuenta que con todo eso del “avivamiento” las personas casi no crecieron, ni aprendieron, ni conocieron mejor a Jesús, quizás será demasiado tarde. Será el momento de cambiar el nombre del “avivamiento” por el de “visitación”, para dar a entender que solo fue algo temporal, y con el tiempo, la desilusión de la gente que creía vivir una experiencia magnífica con Dios, se tornará en apatía, desconfianza, y a veces amargura, por ver tantas “promesas” no cumplidas. Resultado: Muchas congregaciones desactivadas por la incredulidad inducida por las falsas expectativas producidas por “profetas” mentirosos.
b) En el Antiguo Testamento, aparece la palabra “aviva” en un par de ocasiones, con el sentido de aventar (literalmente, echar viento) en una de ellas, y reflejando ese mismo “símil” referido al pueblo de Dios, implicando quizás un resurgir, y despertar. Pero NI Jesús NI los apóstoles usaron esta palabra, lo que nos hace pensar: ¿De dónde sacan los predicadores de hoy día la idea de que es algo tan importante? ¿Crees que de veras esa experiencia es tan fundamental, si ni siquiera Cristo la citó? ¿No deberemos más bien buscar la llenura del Espíritu Santo, simple y llanamente? ¿No preferirá Dios que, en base a la fe que viene por el oír Su Palabra, nuestras vidas cambien y manifiesten un vivir diario lleno de eso que llaman fuego? ¿Por qué limitar el avivamiento a las cuatro paredes de un congreso o de un local evangélico? ¿Por qué hacer un espectáculo masivo (o televisivo) de algo tan serio como esto?
CÉLULA
a) Pequeño grupo de creyentes fácilmente controlable si está inmerso en una organización mayor, que a su vez está dentro de otra nacional, y que a su vez puede formar parte incluso de una organización (o denominación) internacional. La idea de grupos que se reúnen en las casas es bíblica, se ve en Hechos de los Apóstoles, y eso hará que sea fácilmente aceptable. Resultado: Controlar jerárquicamente a todo el mundo para hacerles llegar las enseñanzas de “la Hermandad”.
b) La trampa de esta “verdad bíblica” está en ese control “superior”: Que cada pequeño grupo no sea independiente, que no tenga autonomía para decidir, que no sea autodidacta, que entregue sus diezmos y ofrendas a una “organización” superior para que nunca jamás pueda hacer nada sin el consentimiento de la iglesia madre. Es una obra maestra esta idea de usar algo genuino para controlar a los que pretenden acercarse a la manera de conducirse la iglesia primitiva; dicho de otro modo, es convertir lo que sinceramente sería imitable en pura manipulación, y todo con ese toque sutil de la “cobertura pastoral”, que por cierto, es otro término que no aparece en toda la Biblia… Tampoco el de “célula”, claro. Hay constancia de grupos que se reunían por las casas, en lugares ocultos, o al aire libre… pero no “grupos homogéneos y controlados por una cúspide”. Una cosa es imitar a los primeros cristianos, y otra muy distinta es dejarse controlar por algunos personajes con ansias de poder y control sobre “los números”, perdón, sobre las personas…
CONGRESO
a) Periodo de tiempo de dos o tres días (puede variar) donde “con gran bondad en el corazón”, se accede a no mirar la denominación del hermano que se sienta al lado de uno. Se organiza algo grande, donde se puedan reunir muchos creyentes, se llaman a predicadores de renombre y a cantantes famosos, se consigue armar un llamativo espectáculo que entretenga y motive a los asistentes (normalmente, a cambio de una curiosa suma de dinero). El resultado suelen ser unos días que llevan a tomar “decisiones importantes” y con gran carga emocional… Al pasar unas semanas, nadie recordará lo que ocurrió allí, lo que dará pie a organizar un nuevo negocio, quiero decir, un nuevo congreso… Resultado: Recaudar fondos a cambio de las ilusiones de la gente… Todo sea por el iglecrecimiento emocional.
b) En la Biblia aparece la palabra congregar y algunas similares, con el hincapié en reunirse con un propósito. Pero la variante “congreso”, no es citada en las Escrituras, y aún menos con el carácter de espectáculo, y por supuesto sin relacionarlo a una reunión que suponga un importante desembolso económico con el fin “egoísta” de bendecirse a uno mismo con lo que supuestamente se recibe allí… Dicen que es para que luego bendigas a los demás, pero como eso no suele durar más de una semana, no hay problema: Los de la “Hermandad” pueden descansar tranquilos en que el poder emocional dejará de actuar pronto, el fruto del magno evento será casi nulo, y… A cambio, “sus” bolsillos estarán mucho más llenos.
CREDENCIALES
a) Título que acredita que una persona deja de ser del vulgo, de los laicos, del pueblo común, y pasa a un nivel superior de entendimiento (solo por poseer dicho título). Una vez convencida la multitud de que está perdida sin estos “grandes siervos ungidos y con credenciales”, comenzará la carrera jerarquizada: A más miembros en la iglesia más escalones de “niveles de autoridad”, y tanto mayor la distancia entre el supuesto pastor y sus ovejas. El objetivo de las credenciales es tergiversar la Biblia introduciendo un término inexistente: Hay que intentar que la gente crea que la Palabra de Dios dice: “Somos el cuerpo de Cristo, donde Jesús es la cabeza, los asistentes son el cuerpo, y el pastor es el cuello (el “único camino” para llegar a Cristo y su sabiduría) ¡Tremenda falsa doctrina! Resultado: Consiguiendo esto, nadie cuestionará nunca a su líder supremo y solitario, y él podrá controlar a la congregación, fin primordial de este libro.
b) Para obtener estas credenciales, se necesita que otras personas que ya las tengan, se reúnan para dictaminar si alguien es merecedor de entrar en el grupo selecto y superior del nuevo “clero”. Lo curioso es que este grupo, a su vez, necesitó otro grupo anterior con credenciales, y este otro anterior… Si seguimos retrocediendo en el tiempo, llegamos a la conclusión de que los primeros que “dieron credenciales” no las tenían (alguno tenía que ser el primero) y ¿Quiénes eran ellos para otorgar dicho poder o titulación que ellos mismo no poseían? ¿Recibieron este encargo directamente de Jesús o del los apóstoles? Evidentemente este fue un invento que distorsionó por completo la dirección de la iglesia, pues dice la Biblia que la cabeza es Cristo, y TODOS los demás creyentes son real sacerdocio, nación santa… solo que cada cual cumplirá unas funciones distintas, según el llamamiento o los dones recibidos de Dios, pero los que estén a la cabeza, por decirlo así, lo harán "no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos [nota el plural]" (1Pd. 5:3). Además, el problema de una sola persona dirigiendo la iglesia con credenciales que le acrediten como superior, es que él correrá el serio riesgo de ser controlado por “otro”, por el “enemigo”… No es algo matemático que siempre deba suceder, pero la tentación del poder, del orgullo, de la vanidad y de la soberbia, todas ellas están ahí, acechando para ver quien las deja entrar, y una sola es presa mucho más fácil que un grupo de personas maduras en Dios. Entiendo que pueda haber circunstancias especiales en los que alguna persona comienza una obra en solitario, algún misionero, pastor o maestro que enseña, pero esa "soledad" no debiera ser peremne, pues hay más creyentes en el mundo que pueden ser parte activa de lo que ellos hacen. Es bueno recordad que: "El que piensa estar firme, mire que no caiga" (1Cor. 10:12-15).
CREDO
a) Límite establecido por una denominación. Cada grupo tiene que asegurarse de perdurar, de modo que se escribe un “credo”, una declaración de las cosas que cree y de las que no. Evidentemente, en cada clero se denotan las diferencias, a veces insignificantes, a veces tremendas, entre cada tendencia de pensamiento cristiano. Pero todos los credos (sobre todo los denominacionales) tienen algo en común: Marcan las fronteras que nadie debe intentar pasar, aún a costa de cerrarle la puerta al propio Dios, pues los credos no dejan al creyente institucional salir de sus límites sin convertirlo en un trasgresor o rebelde. Resultado: La Inquisición encubierta: Quien no se ciña al credo podrá ser tachado de blasfemo y rebelde.
b) Por más que he buscado (*) tampoco he encontrado esta palabra en la Biblia.
CULTO
a) A donde van los cristianos los domingos. Algunos al salir dicen: ¡Prueba superada! Otros son felices con ello, según dicen...
b) Lo que una persona hace para mostrar que venera y admira a Dios, al punto de rendir la vida propia a Su voluntad. A veces, varios con la misma devoción se unen para rendir pleitesía al Soberano en comunidad, pero la multitud o soledad no influencia en el sentido de la palabra, que implica rendición a Dios al contemplar su grandiosidad.
DENOMINACIÓN
a) El conjunto de iglesitas que opinan igual. Casualmente, todos los creyentes "del culto" están en la que se erige como única portadora de la verdad, en contra de todas las demás, que son de segundo orden o incluso de tercero (herejes varios, etc.)
b) Este idioma no contiene esta palabra. A pesar de todo, se sabe que es algo de lo que hablan mucho (demasiado) algunos que se "denominan" cristianos. Desconocemos por qué pueda ser tan importante para ellos.
DENOMINACIÓN (versión revisada)
a) En la antigüedad funcionó muy bien para dividir a los creyentes (entonces se llamaba “secta”, y existían muchas: Fariseos, saduceos, zelotes, esenios...) En la actualidad se usa la palabra “denominación” con el mismo fin, pero sirve para diferenciar las sectas de dentro del cristianismo (a las de fuera se las sigue llamando sectas, por despecho). Cada denominación se escuda en la llamada diversidad, pero lo que realmente hace es ocultar la falta de criterio y paciencia entre diversos grupos “llamados cristianos” para encontrar la Verdad. Cuando alguna cosa se convierte en “no tolerable” en un grupo o denominación, cuando el orgullo vence y nadie cede, cuando alguno intenta imponer su propia visión (porque a veces al Espíritu Santo no se le deja ni opinar), pues se crea una nueva división, una “secta” (perdón, quise decir denominación) que si perdura por algo de tiempo se “denomina” con un nombre que exalte su diferencia con respecto a las demás. Resultado: Crear división, desconfianza y recelos, para evitar un crecimiento sano de la Iglesia.
b) Esta palabra NO aparece en toda la Biblia, por lo que entendemos que las denominaciones no entran en el plan de Dios. Quizás sea más acorde a Su propósito la frase de: “Sed todos de un mismo sentir” (2Cor. 13:11; 1Cor. 1:10-15; 1Pd. 3:8)
DEVOCIONAL
a) Bonita palabra que enmascara la pereza espiritual. Una buena herramienta será fabricar libros con nombres como “El Mazapán Diario”, que cuenten historias amenas con alguna enseñanza que parezca piadosa; esto conseguirá que el “poco” tiempo dedicado a buscar la comunión con Dios se emplee en estas fábulas, en lugar de buscar la dirección directa para cada día de parte de Dios, o la verdadera riqueza escondida en las Escrituras, esas que sobreedifican la vida de cada discípulo verdadero de Jesús. De camino, llamar “devocional” a un rato apartado para hacer una rutina de lectura al azar (o lo que diga ese día el calendario) junto con unas oraciones para pedir lo fundamental, sirve para que la gente olvide versículos como “Orad sin cesar” (1Tes. 5:17-18) o el de “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica...” (Ef. 6:18), el de “Perseverad en la oración...” (Col. 4:2) y otros muchos más. Resultado: Conseguir que el cristiano crea la falsa idea de estar haciendo bien las cosas para tener comunión con Dios a la vez que deja de estudiar sistemáticamente Su Palabra, alejándose de Él por medio de la pereza y la ignorancia.
b) Vaya, vaya… Esta palabreja tampoco aparece en la Biblia, y la seguimos venerando como algo digno de imitar. Imagino que eso del devocional estará bien para el que no haga nada de nada, pues mejor eso que la ausencia de adoración (la lectura de la Palabra de Dios era parte de la adoración para los judíos). Pero de ahí a decir que puede hacernos crecer espiritualmente va mucho. Con suerte, puede ayudar a alguno a “sobrevivir” con simples migajas de ese banquete que Dios prepara a sus hijos, a aquellos que le buscan con corazón ardiente y deseoso de conocerle y dejarle hablar.
EMPRESA
a) Nuevo sistema de gobierno de las congregaciones evangélicas (y de otras religiones afines al cristianismo). La empresa es el ejemplo a seguir para obtener éxito; consiste en tener un gerente, varios directivos, algunos mandos intermedios y muchos trabajadores que hagan el trabajo de verdad: Eso garantiza una estructura sólida y de garantía. Como toda buena empresa debe dar beneficios, que se invertirán según la VISIÓN (ver definición) de los directivos. Evidentemente, hay que trazar metas, objetivos, sistemas de trabajo, y proveer a los trabajadores (a los creyentes) de diversas charlas motivadoras con el fin de aumentar su productividad laboral y económica.
b) La única vez que aparece este texto en la toda la Biblia es en Santiago 1:11, donde dice que “así también se marchitará el rico en todas sus empresas”. Es evidente que Dios no estima que las empresas (planes, propósitos, negocios, caminos…) sean pues un modelo o ejemplo a seguir como manera de gobierno y dirección de la Iglesia, ni de las congregaciones locales.
EVANGELISTA
a) Un motivador sociocultural de la empresa. Se encarga de convencer a trabajadores en potencia a que se unan a la compañía; les promete buenos sueldos y prosperidad, ocasionalmente se las apaña para realizar alguna sanación de los que se pretenden añadir a la organización, y luego se dedica a dar charlas con carácter religioso que a veces nadie entiende, pero que son muy efusivas, convincentes y llenas de carga emocional, y que crean una especia de sugestión colectiva en el auditorio e induce a sus oyentes a rellenar solicitudes de admisión a tamaña empresa. El estatus del evangelista puede ser semejante casi al de apóstol, en el aspecto de que nadie sabe de donde viene, ni a donde va… ni por supuesto lo que cobra por sus actos de captación de clientes/obreros… No es necesario hacerlo porque lo hace por “amor a la obra”.
b) Del griego "euanguelistes", que significa proclamadores de las buenas noticias, predicadores del Evangelio. No se une esto a un ministerio con "poderes especiales". Expulsar demonios, sanar enfermos... eran una señal que seguía a los que creían en Jesús, y no específicamente a este llamado "ministerio" o servicio.
ÉXITO
a) Palabra que debe predicarse y repetirse hasta la saciedad: Tú puedes ser un campeón, tienes corazón de caballero, lucha por alcanzar "tus" sueños… Es muy útil para que la gente busque soluciones en sí mismas en lugar de depender humildemente de Dios. Tanto más crece la confianza de cada individuo en sus propios atributos y capacidades, tanto más se le cierran las puertas al Espíritu Santo para que sea Él quien capacite y regale sus dones. Resultado: Los creyentes olvidarán que Jesús es el Señor y a cambio pretenderán que se convierta en su servidor, “obligado” a trabajar para darles éxito.
b) Conseguir una congregación que busque el éxito, tendrá el “magnífico resultado” de que muchos dejarán a un lado a la propia Biblia porque cosas como: “En el mundo tendréis aflicción” (Jn. 16:33), “sufre penalidades como soldado de Cristo” (2Tim. 2:3-10), o “niéguese a sí mismo, tome su cruz...” (Mar. 8:34-38)… No concuerdan con la imagen exitosa proyectada en la mente de los crédulos que se dejan convencer por lo que proviene ni más ni menos que de la psicología, centrada al 100% en la capacidad humana (en ausencia completa de Dios). Es obvio que Jesús no enseñó nada acerca de este tipo de “éxito”, ni hay referencias al mismo en todo el Nuevo Testamento (Las 4 citas de esta palabra en el Antiguo Testamento, no tienen relación con el significado que hoy se le pretende dar a esta palabra en las iglesias; 1Sm. 18:30; 1Re. 22:13; Neh. 1:11; Dan. 11:17).
a) Requisito indispensable para que Dios responda tus oraciones. Si después de haber “pactado” con Dios, sigue sin venir la respuesta a la oración, no será culpa del “ungido” que oró, sino del peticionario que, a pesar de haber pagado su "pacto", no ha tenido bastante FE para creer que la respuesta viene. Dicho de otro modo, la fe es la garantía de todo “gran siervo” ante una posible no respuesta a sus plegarias: Si el "ungido" falla, será por culpa del cristianito, que puso dinero pero no tuvo FE. Como añadido informativo, decir que esta palabra no se emplea más que para usarla de relleno en cualquier sermón dominical o motivador, pero que en la práctica no es necesario aplicarla ¿Por qué? Porque los cristianos que se creen ser de segundo orden, ya no piden con fe, sino buscan "ungidos" que oren por ellos al hacer "pactos"; y los "ungidos" no necesitan tener fe, porque con el dinero de los pactos les alcanza para todo y más...
b) Dice en Hebreos 11:1 que "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve". Es un don, un regalo de Dios, no algo que se compre con dinero, ni con penitencias, ni con esfuerzo por agradar a Dios... La fe es muchas cosas más, y tiene matices muy diversos a lo largo de toda la Escritura, pero por ser escueto, cito sólo que es un obsequio gratuito del Altísimo que ayuda a creer lo inexplicable, a estar seguro en momentos difíciles, a tener esperanza de vida eterna basada en los méritos de Cristo y no en los propios, a saber que vendrán dificultades y momentos malos... pero que al final del camino hay una meta segura e inamovible donde nuestra naturaleza débil será cambiada por una espiritual, imperecedera, en el reino de Dios...
FRUTO
a) La forma en que se denomina la captación de "ALMAS". Ejemplo: "Esta iglesia tiene mucho fruto", quiere decir en realidad "esta congregación capta muchas almas, y crece en número de manera importante". Ciertos salmistas modernos, cantan alegremente. "Nuestro fruto son las almas..." Un cristiano que no traiga fruto, es un cristiano de segunda clase, o posiblemente alguien enfermo espiritualmente.
b) Carácter, ejemplo, vida de integridad. El fruto no tiene que ver con cuánta gente viene a una congregación, no es crecimiento en número. Es crecimiento personal, interior, madurez. Cualquier buen árbol daría en su crecimiento natural, preciosos frutos que pueden alimentar a otros, no tomaría frutos de otros árboles para adornarse y presumir a costa de ellos... El texto bíblico por excelencia sobre este tema podría ser el fruto que el Espíritu Santo produce en los creyentes: Gálatas 5:22-23 pues sirve de guía y ejemplo al fruto que de veras le importa a Dios ver crecer en nosotros.
HEREJES
a) Los que dicen cualquier cosa que no apoye (o contradiga) al pastor.
b) Los que, movidos por la libertad, se salen de lo establecido, sin que necesariamente signifique una contravención ni una ilegalidad. Se trata de elegir libremente no de delinquir. Se trata de cuestionar lo convencional, no por defecto, sino por convicción. Es aquel que ha elegido fuera de las normas que suelen tomarse como "normales". En ningún caso debe tomarse como un término peyorativo. *
IGLESIA
a) El sitio donde se hacen "los cultos". Puede ser un local o nave industrial. Si se fomenta una contribución popular de los asistentes (económica, claro) se consiguen construir edificios gigantes de este tipo, con materias primas nobles y vistosas, y adornos de grandes diseñadores.
b) El grupo de personas que creen en Dios, y que estén donde estén, forman parte del único e indivisible cuerpo de Cristo. No son ladrillos, son personas, y se les diferencia por el amor que muestran entre ellos y hacia los demás.
LEMA
a) Parte fundamental de cualquier congreso que se precie (y también de los principios de etapa o de año en muchas congregaciones cristianas). Consiste en una frase “mágica” que parece ser que obligará a Dios a cumplirla (aunque en ocasiones, ni Dios mismo dijo nada acerca de ella). Ejemplos de lema: “Este es el tiempo de Dios para tu vida”,”Este es el año del favor de Dios”, “Prepárate para la conquista”, “Viene el Fuego de Dios”, “El Avivamiento está este lugar”, “Ven a recibir la doble porción”, “Un nuevo derramamiento para una nueva nación”, “La profecía se cumplirá y serás prosperado” o “Por una iglesia relevante que influencie esta sociedad”... Es importante que la gente memorice estos lemas, pero no importa si olvidan las palabras de Jesús. Resultado: Menos Palabra (de Dios) y más “palabrería” (de hombres).
b) La Biblia no refleja tampoco esta palabra, que parece más bien una frase-amuleto que se torna en una de esas “vanas repeticiones” que a Dios no le agradan… Además, conseguir que la gente crea en cualquiera de estos lemas, ayudará al pastor del lugar a tener durante varios domingos seguidos un tema prefijado para su sermón (sin tener que buscar mucho más acerca de la dirección “real” de Dios) y de camino, se consigue el principal propósito de “la Hermandad”: Que la gente se aprenda dichos lemas y los crea, aún con más fervor que cualquier otro pasaje de la Biblia.
LÍDER
a) Persona de gran influencia en la congregación por el simple hecho de ser poseedora de “credenciales”. Su capacidad de mando debe quedar patente, ser el monopolizador de la predicación en la “iglesia” del lugar, y convertirse en icono indispensable para la realización de toda la liturgia cristiana, sin el cual nadie se atreva a hacer nada. Resultado: La gente asocia la palabra líder con la de “jefe” (infalible e incuestionable) de modo que su voz cobra más peso que la de Dios (!!!) creando con ello el ambiente propicio para poder desviar a una congregación en pos del pensamiento de un solo superhombre-ídolo (o de una supermujer).
b) Esta palabra tampoco aparece en la Biblia (*). Solo se cita traducida en algunas versiones modernas, como la NVI. El término más genérico podría ser el de anciano, que indica un grado de madurez cristiana, así como de buen testimonio (y debiera ser obvio esto: Personas llenas de fe y del Espíritu Santo). Luego, entre ellos (en un mismo nivel, sin jerarquía) están los diversos ministerios, que no son cargos, ni títulos, sino funciones, trabajos, labores, entre los que podemos encontrar a los “conocidos” profetas, maestros, apóstoles, evangelistas, pastores… y a los no tan famosos “los que administran, los que hacen milagros, los que ayudan…” (1Cor. 12:27-31)
MAESTRO
a) La empresa no tiene cabida para este empleo, porque podría ser contraproducente, ya que si los trabajadores aprenden demasiado, podrían ser duros candidatos a quitarles los puestos a todos los directivos. A pesar de todo, para acallar a los que se sienten con la vocación de maestros, se ha creado en las empresas (digo en las congregaciones), un puesto donde abocarlos para que se sientan útiles: La escuela dominical infantil, una especie de guardería (“kinder garden”) donde se entretiene a los niños de los empleados para que no molesten a sus padres en las horas de alta productividad. Un maestro humilde aceptará este puesto, porque los niños son sin duda un buen lugar para experimentar y descubrir así si los maestros tienen dotes de enseñanza a no… Al fin y al cabo, los niños se lo creerán todo. Si algún maestro entiende que ese puesto no es apropiado para él, se le ofrece un mando intermedio para contentarlo; si sigue descontento, se le invita a abandonar la empresa y montar una propia, de enseñanza claro, con cursos por correspondencia, libros ungidos, audio-mensajes...
b) Cuando "maestro" no se refiere a Jesús, se usa la palabra griega "didáskalos" (instructor, doctor, maestro). Es pues el que enseña la sana doctrina, una columna de la Iglesia, pues es encargado (pero nunca en solitario) de dar alimento sólido (enseñar la Palabra de Dios) a los que aún no la conocen bien, para ayudar al buen crecimiento del cuerpo de Cristo. Por lo tanto, esta es la función principal del maestro, y no la del pastor polivalente (como se pretende en casi todos los sitios). El origen de esta obcecación por que el "super pastor" tome también el lugar del maestro, surgió por la tradición heredada de la iglesia católica de que un párroco fuera el ÚNICO guía espiritual de sus feligreses. Hablando de esto, un término muy interesante y traducido en la Biblia también como maestro, es el que aparece en Mateo 23:8, donde se usa la palabra "kadsegutés", (guía, maestro), en que que Jesús mismo dice: "No seáis llamados GUÍAS (maestros) porque uno es vuestro GUÍA (maestro), el Cristo. Toda pretensión de monopolizar la enseñanza en la iglesia de manera individual, va en detrimento del libre crecimiento de los dones en la Iglesia, y resulta peligrosamente opuesto a este consejo recién citado de Jesús.
MAÑANA
a) En futuro. Momento escogido por un buen cristiano de "culto" o ministro que se precie para hacer las cosas importantes (Mañana lo haré...) Hoy es el día de hacer las urgentes. Correr, trabajar mucho, ganar la salvación con muchas obras... La pena es que a veces, lo importante se pospone siempre para otro mañana, y otro, y otro, y nunca se llega a realizar; solo hay cabida para lo urgente, que puede ser una cita, una reunión con otros pastores, aclarar unas cuentas que no cuadran, elaborar un boletín semanal informativo: Todo eso se hace hoy. Mañana es el día escogido para cambiar las cosas equivocadas, para pedir perdón por el daño hecho a otros, para hablar del "anticuado" mensaje puro del Evangelio, para amar y mostrar cariño por los que nos rodean... Merece recordar también que "mañana" es el mejor momento por el que preocuparse: ¿Qué comeré mañana? ¿Tendré trabajo? ¿Mejorarán mañana mis negocios? Mañana suele ser sinónimo de afán, aunque ningún cristiano lo reconocerá abiertamente.
b) Un tiempo que no está en nuestras manos, sino en las de Dios. El cristiano debe vivir el presente: El hoy. Porque no sabemos si vendrá el "Mañana", que debiera ser el marco para la más hermosa esperanza que podamos tener; mañana podríamos viajar en las nubes, mañana podríamos estar con el Deseado de las Naciones, mañana podríamos por fin entrar en el reposo anhelado... Pero tengo el hoy, y debo aprovechar este talento para amar, compartir, ayudar, enseñar, aprender, perdonar, pedir perdón, cambiar...
OFRENDA
a) Tiempo especial del "culto" de gran solemnidad. Se aconseja acompañar este tiempo con una bonita canción y hacerlo justo después de la "adoración", cuando "los corazones son más sensibles a la Presencia de Dios". Consiste en depositar dinero en algún tipo de recipiente o bandeja, y no hay límite de tiempo para esta liturgia, ya que su objetivo es conseguir convencer a los que asisten a que cambien de idea, y en vez de dar una limosna, den una importante suma de dinero... que será bien administrado. Se dice que la ofrenda es para la extensión del reino de Dios y la predicación del Evangelio, pero es una interpretación libre, pues realmente sirve para pagar el alquiler o compra del lugar de reunión, los recibos de teléfono, electricidad, administración y gastos diversos de la cumbre presidencial.
b) En términos generales, es algo que se da por amor o caridad. Aplicado a la iglesia y el dinero, solo tenemos ejemplos bíblicos de ofrendas voluntarias dadas por los cristianos para cubrir las necesidades de otros (viudas, huérfanos, pobres... y en menor medida, para el salario [sustento, comida] de los ancianos que cuidaban con sus propias vidas y ejemplos a los demás miembros de su congregación y que no podían ganarse por ello el sustento por sus propios medios. A pesar de todo, vemos a gente como el apóstol Pablo, que por años sobrellevó su trabajo "laico" con el "congregacional" (entre los corintios, por ejemplo). No hay registro de recogerse ofrendas entre los primeros cristianos para el mantenimiento de grandes templos... porque ni los había ni los necesitaban. Un cristiano es sabedor de que todo lo que tiene le pertenece a Dios, y tiene la responsabilidad de utilizar sus recursos (no sus limosnas) con sabiduría, y ayudando primeramente a quien tienes a tu lado, pues, el que dice amar a Dios y no ama a su hermano es mentiroso (según cita 1ª Juan 4:20)
a) Es un trato con Dios usando intermediarios. Si le has pedido algo a Dios y no te ha respondido, la única razón es porque no has hecho un “pacto”. Consiste en que tú pagas una cantidad de dinero a Dios para que te responda a tu petición; a mayor petición, mayor desembolso de plata, claro. En este proceso, ya no te acercas directamente a Dios, sino que algún “ungido” (un siervo con unción) intercede por ti (su oración llega al trono de Dios, sí o sí). Supuestamente Dios responde, tú recibes el milagro, y como todo buen intermediario, el “ungido” se queda el dinero, pues queda un poco lejos el cielo para mandar los billetes hasta el trono de Dios.
b) Del hebreo "berit" (alianza, promesa, compromiso) y del griego "diadseke" (disposición, contrato, testamento). De estas palabras se traduce TESTAMENTO, PACTO (el antiguo y el nuevo) donde vemos la disposición de la ley, que regía el compromiso de Dios de ayudar a los que procuraran cumplir con sus estatutos y el castigo de los trasgresores no arrepentidos. En el antiguo "Berit", el perdón de pecados venía por el derramamiento de sangre de un cordero puro, sin defectos, que tomaba en sí el castigo de los infractores. El Nuevo PACTO que estableció Jesucristo, fue derramar su propia sangre en lugar de la de aquel cordero pascual, y que todo el que creyera en el poder redentor de su sacrificio, recibiría el perdón y la reconciliación con Dios. No hay otro pacto más valioso que este, es el contrato de libertad que Dios regala a todo el que crea en el poder salvador de la sangre de Jesús... Si Dios nos regaló ese pacto o testamento (alto precio para Jesús, pero gratis para todo aquel que en Él crea) ¿Cómo puede alguien hoy día relacionar PACTO con dinero?
PASTOR
a) Quien manda en una congregación. Si asciende, puede ser llamado "Presidente" o "Apóstol" según el caso, en estricta cadena jerárquica. No es crucial su capacitación académica o moral, pues la titulación o credenciales aportadas por otros de su mismo empleo, suelen ser válidas para ostentar dicho cargo de influencia.
b) Alguien que "huele a oveja". Traducido al término iglesia, es todo aquel capaz de dar su vida, su tiempo, su comprensión, su ánimo, su compañía y aún su dinero a cualquier otro compañero de camino; nunca va empujando por atrás, sino pasando en primer lugar por los peligros de los senderos angostos de la vida. Para más detalles, tomar el ejemplo de Jesús, o el citado en el Salmo 23
PASTOR (versión revisada)
a) Gerente de la empresa cristiana y con la titulación necesaria para ello: Credenciales o reconocimiento similar, otorgado por otros poseedores de este mismo cargo. Dicho pastor debe tener un muy buen sueldo “digno de gerente”, para que no se preocupe de su economía, sino de los problemas de la empresa; debe contar con algún consejero personal, con secretaria, línea de teléfono gratuita, Internet para buscar nuevas ideas que proyectar sobre el negocio, y a ser posible, cuotas extras para el vestuario, las convenciones nacionales, los viajes, las dietas y el combustible de su automóvil. Si la empresa es grande, su agenda no le permitirá mantener citas con los empleados sin que medie antes algún mando intermedio que le alivie el trabajo cotidiano.
b) No es un cargo, ni un título, ni un grado, ni un estatus. Del griego "poimén", indica simplemente una función, un trabajo realizado; se intercambiaba este término asignado a personas que en otros casos eran identificadas con otras palabras, (ancianos, obispos...) siempre en base al trabajo que realizaran en ese momento, y no a un "cargo" jerárquico; por eso estas palabras calificaticas se permutaban entre sí como sinónimos, pero nunca indicando superioridad.
PROFETA
a) Gurú o vidente que sirve de adivino y analista. Su función es averiguar cuales serán las tendencias del mercado. Es un puesto muy valioso para el resto de la directiva, porque dado su título (venerado por todos los de categorías inferiores), los trabajadores siempre creerán sus palabras, de modo que cuando la empresa marche mal, el gerente le cederá la palabra en público para que vaticine grandes logros futuros que tranquilicen a los trabajadores, y los convenzan de que todo irá bien… siempre y cuando no dejen de trabajar y pagar sus “cuotas sindicales”. Frases favoritas de los profetas: “Algo grande viene”, “Todo saldrá bien”, “Es el momento de PACTAR (ver definición) con Dios”, “Dios me ha revelado”, “Sujétense a las autoridades”, “Siento una tremenda UNCIÓN” (ver definición) y “Este es el año del Señor para ti”...
b) Del griego "profetes", derivado de las palabras "pro" y "femi", que indican el significado de dar a conocer, mostrar o afirmar pensamientos o palabras, pero con antelación (pro). Algunos afirman que todos los creyentes somos profetas, en el sentido que proclamar el Evangelio es un aviso de todo lo que está por acontecer (además de lo que ya sucedió) Pero el término bíblico parece indicar que Dios revela sus planes a personas determinadas, para despertar y dirigir la conciencia de Su Pueblo, siempre en consonancia con Su Palabra. En todo caso, tampoco se trata de un cargo o título, sino del desarrollo de una capacidad (don) concedida por el Espíritu Santo.
PROSPERIDAD
a) Estado económico placentero y holgado que sirve de termómetro para demostrar quién es buen cristiano y quién es un pecador empedernido. Al que todo le va bien, prospera y se enriquece, tiene la evidencia indiscutible de que la gracia de Dios está sobre él por ser un buen cristiano. Al que padece necesidad, o simplemente no tiene cierta abundancia económica (un buen coche y una casa con jardín como mínimo) entonces está claro que Dios le está castigando por su maldad e incredulidad. Cuanto más se tiene, más se es para Dios, de manera que un pobre está al borde de la perdición eterna...
b) Este concepto estaba muy difundido en el antiguo oriente. Es significativo el libro de Job, en el que sus "amigos" le acusan de ser un pecador a causa del mal y la ruina que le sobrevino; a pesar de ello, Dios mismo dejó claro que NO era así, y que la adversidad de Job no se debía a su vida pecaminosa... De todos modos el pensamiento persistió por siglos, y hoy parece resurgir entre algunas comunidades cristianas. Pero hemos de tener en cuenta que Jesús vino a esclarecernos las cosas importantes, y que la iglesia primitiva siguió sus pasos, y ellos nunca hablaron de este tema: La palabra prosperidad NO aparece en todo el Nuevo Testamento, de manera que es obvio que no es un tema importante o determinante, ni para la iglesia, ni para los obreros, ni (sobre todo) para el mismo Cristo.
a) Palabra motivadora. Tiene la capacidad de convertir un simple discurso en una guía infalible: Cualquier predicador puede hablar en su congregación con mayor o menor efecto, pero si añade a su discurso la frase “Dios me ha dado una REVELACIÓN…” entonces consigue el mágico efecto de que los oyentes tomen desde ese instante las palabras que pronuncie como si las escucharan entre los truenos y relámpagos del monte Sinaí, o lo que es lo mismo, como verdadera e innegable palabra de Dios. Ningún cristiano que se precie puede cuestionar dicha “revelación”.
b) Palabra derivada en el Nuevo Testamento de "apokalupsis" que significa descorrer el velo que cubre lo desconocido, mostrar algo que estaba escondido, quitar la cubierta. El último libro de la Biblia lleva ese nombre (Apocalipsis en castellano). En todas las veces que se emplea este sustantivo en las Escrituras, con distintos matices, Dios muestra algo al hombre, algo que estaba escondido y es manifestado, algo que estaba tapado y ha sido descubierto. Un matiz importante es saber que la revelación viene de Dios, y no de voluntad humana, de modo que nadie puede traer "revelación" cuando le plazca, porque el que descubre esas verdades escondidas y las trae a luz es Dios mismo en su sola potestad; tampoco la revelación es posesión única de alguna persona particular, ni de ningún "ungido con revelación profética".
a) Sinónimo de PACTO (pactar). Si necesitas dinero no es necesario trabajar, es mejor sembrarlo. Si tienes una deuda no tienes que trabajar para pagarla, sólo siembra el dinero (en las arcas de algún “buen ministro o institución”) y despreocúpate… Ese dinero sembrado crece y al final se te multiplicará, con lo que podrás pagar tus deudas sin necesidad de trabajar como algo imprescindible, ya sucederá algún milagro. Si siembras poco recibirás poco; si lo haces generosamente posiblemente te conviertas en millonario. Cláusula Especial: Si al final de sembrar terminas más endeudado que al principio y el ministerio “recolector” más enriquecido, volver a leer el punto de “Falta de FE”...
b) En el Nuevo Testamento destaca esta palabra en la llamada parábola del sembrador, en tres de los cuatro evangelios (Mateo 13:3-9; Marcos 4:3-20; Lucas 8:5-15) Es significativo que lo que se siembra es "la Palabra de Dios", y no dinero a cambio de favores o milagros. Este tema se ha tergiversado a raíz de textos como el de 2ª Corintios 9:6, donde sí se aplica el verbo sembrar para dar una ofrenda; el problema es "para qué" era, y el "cómo" se debía dar: No pretendía ayudar a un renombrado ministerio, ni construir un suntuoso edificio, ni ser usado para una excelente producción discográfica, ni para el enriquecimiento de ningún dirigente eclesial. Era para cubrir NECESIDADES reales de otros cristianos, y con la actitud de desprendimiento gozoso, alegría por saber que se estaba ayudando a otros hermanos, y en ningún caso era una imposición, ni mandamiento solemne; además, no era una práctica semanal ni parte de la liturgia cúltica, sino que el texto habla de una ofrenda que estuvieron preparando por meses los hermanos de la provincia de Acaya para los de Macedonia, quienes estaban en profunda pobreza (2ª Corintios 8:1-2)... Una cosa es ayudar con alegría a los que lo necesitan, y otra muy distinta pagar cuotas por asistir a una congregación...
SERMÓN
a) Predicación de una persona, habitualmente el líder “superior” de cada congregación, y en la que puede decir lo que quiera. La mejor manera de prepararlo es esta: Pensar qué se quiere decir, explicarlo, y luego adornarlo con algún versículo bíblico (que se busca en la concordancia fugazmente), para que se vea el sermón bien espiritual. Lo importante es que mientras tanto, el líder controla todo lo que se habla en la reunión (porque lo dice casi todo él). Resultado: Entretener a la gente, apartarla de la mutua edificación, y destruir la comunicación horizontal entre todos los miembros. De camino, se apagan los dones de aquellos que en vez de ser “líderes” se ven obligados a convertirse en “pasivos oyentes” ocultos tras el silencio de los bancos.
b) El problema del sermón es que mientras uno solo controla el “micrófono”, todos los demás tienen que callar y asentir, sin poder preguntar, ni opinar, ni corregir, ni ampliar, ni apoyar, ni esclarecer nada de lo que el predicador diga. Los filósofos griegos inventaron el “sermón” y es un buen medio para mezclarlo con la vida de la iglesia con el fin de adormecerla (diría mejor entontecerla): Con él, la gente deja de estudiar y buscar, porque solo hay que esperar al siguiente domingo para ver lo que el “líder” ha masticado para darnos a comer. (Quien quiera una información más detallada de esta palabra, puede visitar el artículo de este blog titulado “El Sermón Dominical”). Cabe aclarar que la única mención a “sermón” de toda la Biblia, no pertenece a ninguna palabra de la traducción original, sino sólo a un “titulo añadido”, un encabezado que no estaba escrito en el griego, pero que alguien puso a cierto pasaje del Evangelio de Mateo, donde se inventó lo de “El Sermón del Monte” (en lugar de “las enseñanzas desde la montaña”, por ejemplo)
UNCIÓN
a) Ambiente que puede oscilar desde un estado contemplativo similar al nirvana, hasta el de una exagerada euforia colectiva. Lo importante es que hay que sentirla. Cualquier asistente a "cultos" que se precie, se esforzará por sentir (o por manifestar exteriormente dicho sentir, con el fin de aparentar "espiritualidad"). Cualquiera que no "siente la unción" será excluido por falta de espiritualidad, o por no sujetarse a la AUTORIDAD pastoral antes citada, ya que es la única responsable de que dicha nube invisible de éxtasis venga al lugar donde los pobres creyentes inexpertos se reúnen como polluelos abriendo sus picos para engullir un poco de dicha "unción". En muchos casos, es sinónimo de gasolina espiritual, es un empujón de ánimo inducido en masa que debe dar al creyente suficientes fuerzas como para soportar la dura vida hasta el momento del próximo culto lleno de "unción". En algunos lugares más aventajados, se llega a llamar unción a la capacitación recibida de parte del Espíritu Santo con el fin de realizar alguna función, habitualmente de mando, en cualquiera de sus variantes ministeriales. Hay multitud de unciones: Unción de prosperidad, de milagros, profética, sanadora, de paz, del leproso, del búfalo, de poder, del león, de las finanzas... Ante tal diversidad de acepciones, se ha convertido en una especie de palabra mágica que solo de pronunciarla produce una atención especial de los oyentes, llegando a producir una especie de catarsis. Por cierto, suena más imponente si se pronuncia "uunsiooón".
b) Este término usado como sustantivo (gr. "jrisma) solo aparece en dos ocasiones en el mismo capítulo del Nuevo Testamento en 1ª Juan 2:20 y 27, como algo otorgado de manera especial por el Espíritu Santo, indicando su propia presencia. Otras formas verbales (ungir, ungido) aparecen citando textos del Antiguo Testamento en boca de Jesús (Lucas 4:18) o refiriéndose a Él (Ungido = gr. "jristos", similar a Cristo). Aparece pocas veces más, una de ellas en la carta de Santiago, o cuando aquella mujer ungió a Jesús con un caro perfume. Todo el significado y peso bíblico recae en textos del AT, donde se ungía para encomendar a alguien a un llamamiento especial, por ejemplo, el profeta Samuel unge a David por Rey de Israel. Pero en todo caso Jesús no hizo hincapié en esta enseñanza, y solo el apóstol Juan usó la imagen para referirse a la presencia del Espíritu Santo... De ahí a toda la variedad doctrinal actual, hay mucha "inventiva humana".
b) En el Antiguo Testamento, esta palabra suele relacionarse en sus distintos términos con alguna revelación de algo que va a suceder. En el Nuevo, la encontramos traducida de dos palabras griegas distintas (optasía y jórama) que indican mirar fijamente, con los ojos abiertos, algo que puede verse físicamente (aunque a veces se trate de algo espiritual). No hay base pues para pensar que la visión es un estado de conocimiento místico del futuro, ni de agudeza en percibir lo que va a suceder pues, al igual que la revelación, dichas visiones vienen dadas por Dios, cuando Él quiere, y no son traídas por voluntad humana.
NOTA (*): Para todas las palabras citadas en este Diccionario, se usa como base la traducción al castellano de las Sagradas Escrituras de “Reina Valera, revisión del año 1960”
Si seguimos mencionando encontramos que hasta el púlpito es usado para dar y entregar "garrotes" al que se le tenga bronca en ese momento o de antemano hace mucho tiempo y ese es un buen lugar donde descargar "verdades" sin darse cuenta o si de que no solo ese referente escucha sino todos los presentes en esa reunión y salen como entraron y no pueden irse con la bendición que realmente en esa reunión, el Señor quiso derramar por es desubicado que utilizó el altar para cosas vanas....
Vayamos a las reuniones con nuestros corazones dispuestos a recibir lo que Dios prepara para cada uno de nosotros en ese momento especial, vayamos preparados para entregar nuestra mejor adoración, a rendir un culto digno de gloria y alabanza como El lo merece, preparando nuestras vidas con excelencia solo para El. Sin mirar al otro, dejando de lado todo argumento, toda vanidad, todo problema, toda circunstancia y dedicar ese tiempo a dar y recibir en Su Presencia porque en otro lugar no vamos a encontrar algo que compare a la presencia de nuestro Dios...
Porqué esta introducción?
Es triste seguir oyendo frases armadas, palabras sin sentido, los que se hacen los doctores en la Palabra en nuestras reuniones y he aquí navegando en esta gran web encontramos un diccionario al que podemos decir que aclara algunas dudas, con una cuota de humor pero con certísima veracidad!!
Adelante, disfruten!!
* Esto no es una burla contra personas ni instituciones concretas, sino una revisión de los valores cristianos y la forma en que entendemos algunas palabras muy usadas en el internacionalmente conocido idioma del "cristianés".
(Citamos algunos fragmentos para su discusión, con las dos traducciones posibles, la original y la tergiversada, a la espera de su ayuda para eliminar la parte falsa):
ADORACIÓNa) Cuando la música que se canta en el "culto" se torna lenta y tranquila. Es buen momento para que se pueda sentar "en meditación" el que esté cansado por el ejercicio extra de la parte rápida ("la alabanza"). Según la liturgia tradicional, se debe proceder a la adoración después del momento de la alabanza y justo antes de los anuncios o de recoger las ofrendas... Hay esa gran flexibilidad. Se recomienda usar cánticos lentos de cantantes de renombre (Marcos Witt, Danilo Montero, Jesús Adrián Romero, Marco Barrientos...) porque los cánticos espontáneos o creados en la propia congregación no pueden llegar al nivel espiritual que producen los citados; es imprescindible el uso de varios de estos cantos oficiales pertenecientes a gente mundialmente conocida.
b) Reverenciar con sumo honor y respeto a Dios, rendirle culto, (ver definición "b") venerarle, darle un homenaje. En la antigüedad, parte de la adoración era la lectura de las Sagradas Escrituras, la meditación en las bondades de Dios y la rendición de la voluntad propia a la de Dios, como rey supremo y soberano. No hay registros convincentes de la necesidad de instrumentos musicales, aunque sí de la posibilidad de realizar actos de adoración tanto en privado como en público, e incluso en comunidad. Una vez más, lo importante de este término no es lo que se realiza exteriormente, sino la actitud interior del corazón, sumiso y humilde ante el Ser adorado, en este caso Dios, Jesús, Espíritu Santo.
ALABANZAa) Música rápida y festiva que entonan los asistentes a un "culto" (ver definición en la primera entrega) a principios del mismo. No importa mucho el contenido de dichas canciones, solo es necesario un buen ritmo, que consiga que los asistentes se animen y parezcan estar muy contentos. Si se consigue que la gente baile, los directores del grupo musical, podrán considerar su actuación como exitosa y motivadora ("Con Unción", según el cristianés; su significado... en una futura entrega)
b) Elogiar, exponer las mejores cosas de alguien, en nuestro caso, de Dios. No tiene nada que ver con la música (aunque en la Biblia hay elogios a Dios que se concibieron para ser cantados por mucha gente y con instrumentos musicales, como los salmos). Pero la música no es fundamental, sino la actitud del corazón de reconocer la grandeza de Dios y expresarla con dichos de la boca, cantando, comunicándolo a otras personas de forma hablada, (no necesariamente en un "templo") dando gracias a Dios mientras se reconoce su dominio y poder... Es en definitiva una forma en la que le decimos de todo corazón, piropos a Dios.
ALMAS
a) Todas las personas que todavía no vienen a ninguna congregación. Se usa la frase "Pasíon por las Almas" para indicar las ganas que, sobre todos lo evangelistas, tienen de ver gente nueva en sus reuniones. Muy importante es saber esto: Cuando un ALMA empieza a asistir a una congregación, ya deja de ser alma, y por lo tanto en muchos casos, deja de despertar esa "pasión", por lo que pasa simplemente a ser un "número". Su nuevo estado se cataloga como "miembro" o "asistente".
b) Es una término de extenso uso, pero que suele tomarse en sentido universal como "vida" (criatura que respira, corazón, hombre interior, mente, voluntad...). Depende mucho del contexto de cada frase que lo cita, pero lo que está claro, es que si un "alma" despierta la pasión de los predicadores, esa misma pasión debería perdurar cuando dicha "alma" comienza a asistir a algún lugar de reunión de cristianos, en lugar de caer en el olvido (solo en algunos casos ¿verdad? je, je)... ¿Acaso se deja de ser "alma" por "convertirse"?
ALTAR
a) Lugar cuasi sagrado que separa el lugar "altísimo" (el púlpito) del resto de la congregación. El altar es el lugar idóneo para tener experiencias místicas y recibir algún tipo de milagro. Si el pastor llama a la congregación al altar, aquel que no va es considerado un rebelde sacrílego, que nunca recibirá lo que Dios tenía para Él. Es el lugar designado para hacer todo lo que no sea cantar, ofrendar, o escuchar el sermón, es decir, el "lugar del sacrificio" humano, y "único" sitio donde Dios responde tus oraciones, sobre todo si un "gran siervo" es el que ora por ti.
b) En el Antiguo Testamento, realmente fue el lugar de sacrificio, donde animales morían y eran ofrecidos en diversas formas como pago por el pecado del pueblo y de los propios sacerdotes. Desde que Jesús vino a la Tierra, cuando ofreció el sumo sacrificio (su propia vida) como pago por el pecado de toda la Humanidad, ya no hacen falta más sacrificios animales, el altar dejó de tener razón de ser. Digamos que el Calvario fue el último altar. Hoy día, no necesitas de una oración sagrada, dicha por un ministro sagrado, en un lugar sagrado llamado "altar". Dios escucha a todo el que le busca de verdad, esté donde esté, y sea quien sea.
AMOR
a) Flechazo sentimental y pasajero. Entre los cristianos puede tratarse solo de un cierto aprecio hacia otra persona. Si no es recíproco (correspondido) se deja olvidado, aunque rima muy bien en ciertos cánticos congregacionales.
b) Dios mismo, su esencia de misericordia incomprensible al entendimiento humano, y que se convierte como en un perfume entre los que le siguen, al punto de que su aroma llena la estancia en la que cualquier hijo de Dios esté. Se diferencia de otros sentimientos porque este no se basa en lo que recibe, sino en lo que está dispuesto a dar: Perdona, perdura, ayuda, no pide nada a cambio, es paciente, amable, y produce paz a quienes lo ejercitan y a cuantos les rodean.
ANUNCIOS
a) Parte fundamental del ya citado "culto cristiano". Consiste en decir cuando se van a producir los próximos cultos, las actividades lúdicas congregacionales (si las hubiera), avisar del número de la matrícula del coche (carro) que está estorbando en la puerta del vecino, y promover las actividades propias de las diversas liturgias cristianas, así como, dependiendo del tamaño de la "iglesia" (ver definición "b" de primera entrega), recordar los cumpleaños, que los niños digan el versículo de la semana, y todo tipo de anuncios sociales que sean necesarios. No se permite tener culto sin esta parte fundamental de la liturgia. Eliminar los anuncios sería una aberración.
b) Anunciar es proclamar... Libertad a los que se sienten presos de algo, el año agradable del Señor, predicar el Evangelio de la Salvación... Es vivir de modo que seamos cartas escritas que expresen a todo el mundo que hay un Dios real, y que es capaz de mejorar las vidas de los que le tienen en cuenta; es proclamar a los cuatro vientos que Jesús resucitó y sigue vivo y que no solo podemos contar con Él, sino que Él cuenta con nosotros...
APÓSTOL
a) Cuando la empresa crece al punto de tener varias sucursales en el país, e incluso fuera de él, es necesario que uno de los gerentes (digo pastores) tome las riendas de la empresa a un más alto nivel, adquiriendo (a veces por iniciativa propia) el rango o título de Apóstol. Además de todos los atributos propios del pastor, debe añadir algunas cosas que demuestren su mayor autoridad, tales como un sueldo descontrolado (porque ya nadie sabe cual es), una sumisión absoluta de sus subordinados (en orden piramidal, desde los demás pastores hasta los “cristianitos rasos” o neófitos), y sobre todo una página Web propia, con muchas fotos suyas y de su familia, muy grandes, muy sonrientes, y de gran dignidad empresarial, en la que explique sus logros, capacitaciones, titulaciones académicas, masters, y todo lo que pueda impresionar a los trabajadores de su agrupación internacional para que jamás cuestionen su valía como líder absoluto e incontestable.
b) Tampoco es un título, ni un cargo otorgado por la valía laboral ni la proyección de una persona, ni siquiera por que "abra obras". Del griego "apostolos", significa delegado, enviado, comisionado. Hay textos del Nuevo Testamento que cuando citan esta palabra griega, ni siquiera han sido traducidos como tal, sino simplemente como mensajero. Cristo comisionó a doce de ellos, pero hay textos en las Escrituras que nos hablan de que luego surgieron más... Y también algunos falsos.
AUTORIDAD
a) Palabra clave usada por ciertos "pastores" (presidentes, apóstoles...) a modo de ultimátum. Anteponiendo el pronombre "Mi" (Mi Autoridad) consiguen dar a entender con solo dos palabras todo esto: Aquí mando yo y todo el que se oponga será disciplinado por rebelde; si no se opone abiertamente, sino a escondidas, será disciplinado por murmurador; el que cuestione mis decisiones será disciplinado por oponerse directamente a Dios; el que hable de cualquier otro tipo de autoridad que no se base en credenciales recibidas por otros "grandes siervos de Dios" será tomado por blasfemo; el que no reconozca mi lugar preeminente será arrojado al pozo del olvido y sellado con la palabra "inservible" en la frente... Pero el que acepte mi mandato infalible, obtendrá a cambio lugares de mando intermedio y un merecido reconocimiento público, y si las finanzas lo permiten, un sueldo acorde a su función.
b) Esta palabra no aparece en todo el Antiguo Testamento, hasta que se usa para referirse a Jesús en el evangelio de Mateo y luego en otros textos a lo largo del Nuevo Testamento. Es curioso ver que procede del griego "exousia" que entre otras muchas cosas, indica una habilidad (y no un cargo o lugar de mando). En términos cristianos, se trata de la capacidad para enseñar por medio de la verdad y del ejemplo, al punto de que los oyentes lo aceptan como palabras vivas a tener en cuenta, por la fuerza (a veces sobrenatural) que acompaña a esas palabras. En ningún caso se trata de algo que venga de regalo con ningún título eclesiástico, ni está relacionado con credenciales, comités o jerarquías...
AVIVAMIENTO
a) Palabra que debe usarse en todo congreso que se precie, y en las iglesias que pretendan estar “llenas del fuego del Espíritu”. Es sinónimo de experiencias poco normales en la vida cotidiana de la iglesia. Cuanto más se hable y se manifieste y se declare el avivamiento, tanto menos se estudiará la Palabra de Dios, porque las experiencias tomarán desmedidamente el lugar de esa fe que CONOCE en intimidad a Jesús y Su Palabra. Esta es una buena herramienta para hacer pensar a la gente que tiene algo muy especial… Cuando pasen los años y se den cuenta que con todo eso del “avivamiento” las personas casi no crecieron, ni aprendieron, ni conocieron mejor a Jesús, quizás será demasiado tarde. Será el momento de cambiar el nombre del “avivamiento” por el de “visitación”, para dar a entender que solo fue algo temporal, y con el tiempo, la desilusión de la gente que creía vivir una experiencia magnífica con Dios, se tornará en apatía, desconfianza, y a veces amargura, por ver tantas “promesas” no cumplidas. Resultado: Muchas congregaciones desactivadas por la incredulidad inducida por las falsas expectativas producidas por “profetas” mentirosos.
b) En el Antiguo Testamento, aparece la palabra “aviva” en un par de ocasiones, con el sentido de aventar (literalmente, echar viento) en una de ellas, y reflejando ese mismo “símil” referido al pueblo de Dios, implicando quizás un resurgir, y despertar. Pero NI Jesús NI los apóstoles usaron esta palabra, lo que nos hace pensar: ¿De dónde sacan los predicadores de hoy día la idea de que es algo tan importante? ¿Crees que de veras esa experiencia es tan fundamental, si ni siquiera Cristo la citó? ¿No deberemos más bien buscar la llenura del Espíritu Santo, simple y llanamente? ¿No preferirá Dios que, en base a la fe que viene por el oír Su Palabra, nuestras vidas cambien y manifiesten un vivir diario lleno de eso que llaman fuego? ¿Por qué limitar el avivamiento a las cuatro paredes de un congreso o de un local evangélico? ¿Por qué hacer un espectáculo masivo (o televisivo) de algo tan serio como esto?
CÉLULA
a) Pequeño grupo de creyentes fácilmente controlable si está inmerso en una organización mayor, que a su vez está dentro de otra nacional, y que a su vez puede formar parte incluso de una organización (o denominación) internacional. La idea de grupos que se reúnen en las casas es bíblica, se ve en Hechos de los Apóstoles, y eso hará que sea fácilmente aceptable. Resultado: Controlar jerárquicamente a todo el mundo para hacerles llegar las enseñanzas de “la Hermandad”.
b) La trampa de esta “verdad bíblica” está en ese control “superior”: Que cada pequeño grupo no sea independiente, que no tenga autonomía para decidir, que no sea autodidacta, que entregue sus diezmos y ofrendas a una “organización” superior para que nunca jamás pueda hacer nada sin el consentimiento de la iglesia madre. Es una obra maestra esta idea de usar algo genuino para controlar a los que pretenden acercarse a la manera de conducirse la iglesia primitiva; dicho de otro modo, es convertir lo que sinceramente sería imitable en pura manipulación, y todo con ese toque sutil de la “cobertura pastoral”, que por cierto, es otro término que no aparece en toda la Biblia… Tampoco el de “célula”, claro. Hay constancia de grupos que se reunían por las casas, en lugares ocultos, o al aire libre… pero no “grupos homogéneos y controlados por una cúspide”. Una cosa es imitar a los primeros cristianos, y otra muy distinta es dejarse controlar por algunos personajes con ansias de poder y control sobre “los números”, perdón, sobre las personas…
CONGRESO
a) Periodo de tiempo de dos o tres días (puede variar) donde “con gran bondad en el corazón”, se accede a no mirar la denominación del hermano que se sienta al lado de uno. Se organiza algo grande, donde se puedan reunir muchos creyentes, se llaman a predicadores de renombre y a cantantes famosos, se consigue armar un llamativo espectáculo que entretenga y motive a los asistentes (normalmente, a cambio de una curiosa suma de dinero). El resultado suelen ser unos días que llevan a tomar “decisiones importantes” y con gran carga emocional… Al pasar unas semanas, nadie recordará lo que ocurrió allí, lo que dará pie a organizar un nuevo negocio, quiero decir, un nuevo congreso… Resultado: Recaudar fondos a cambio de las ilusiones de la gente… Todo sea por el iglecrecimiento emocional.
b) En la Biblia aparece la palabra congregar y algunas similares, con el hincapié en reunirse con un propósito. Pero la variante “congreso”, no es citada en las Escrituras, y aún menos con el carácter de espectáculo, y por supuesto sin relacionarlo a una reunión que suponga un importante desembolso económico con el fin “egoísta” de bendecirse a uno mismo con lo que supuestamente se recibe allí… Dicen que es para que luego bendigas a los demás, pero como eso no suele durar más de una semana, no hay problema: Los de la “Hermandad” pueden descansar tranquilos en que el poder emocional dejará de actuar pronto, el fruto del magno evento será casi nulo, y… A cambio, “sus” bolsillos estarán mucho más llenos.
CREDENCIALES
a) Título que acredita que una persona deja de ser del vulgo, de los laicos, del pueblo común, y pasa a un nivel superior de entendimiento (solo por poseer dicho título). Una vez convencida la multitud de que está perdida sin estos “grandes siervos ungidos y con credenciales”, comenzará la carrera jerarquizada: A más miembros en la iglesia más escalones de “niveles de autoridad”, y tanto mayor la distancia entre el supuesto pastor y sus ovejas. El objetivo de las credenciales es tergiversar la Biblia introduciendo un término inexistente: Hay que intentar que la gente crea que la Palabra de Dios dice: “Somos el cuerpo de Cristo, donde Jesús es la cabeza, los asistentes son el cuerpo, y el pastor es el cuello (el “único camino” para llegar a Cristo y su sabiduría) ¡Tremenda falsa doctrina! Resultado: Consiguiendo esto, nadie cuestionará nunca a su líder supremo y solitario, y él podrá controlar a la congregación, fin primordial de este libro.
b) Para obtener estas credenciales, se necesita que otras personas que ya las tengan, se reúnan para dictaminar si alguien es merecedor de entrar en el grupo selecto y superior del nuevo “clero”. Lo curioso es que este grupo, a su vez, necesitó otro grupo anterior con credenciales, y este otro anterior… Si seguimos retrocediendo en el tiempo, llegamos a la conclusión de que los primeros que “dieron credenciales” no las tenían (alguno tenía que ser el primero) y ¿Quiénes eran ellos para otorgar dicho poder o titulación que ellos mismo no poseían? ¿Recibieron este encargo directamente de Jesús o del los apóstoles? Evidentemente este fue un invento que distorsionó por completo la dirección de la iglesia, pues dice la Biblia que la cabeza es Cristo, y TODOS los demás creyentes son real sacerdocio, nación santa… solo que cada cual cumplirá unas funciones distintas, según el llamamiento o los dones recibidos de Dios, pero los que estén a la cabeza, por decirlo así, lo harán "no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos [nota el plural]" (1Pd. 5:3). Además, el problema de una sola persona dirigiendo la iglesia con credenciales que le acrediten como superior, es que él correrá el serio riesgo de ser controlado por “otro”, por el “enemigo”… No es algo matemático que siempre deba suceder, pero la tentación del poder, del orgullo, de la vanidad y de la soberbia, todas ellas están ahí, acechando para ver quien las deja entrar, y una sola es presa mucho más fácil que un grupo de personas maduras en Dios. Entiendo que pueda haber circunstancias especiales en los que alguna persona comienza una obra en solitario, algún misionero, pastor o maestro que enseña, pero esa "soledad" no debiera ser peremne, pues hay más creyentes en el mundo que pueden ser parte activa de lo que ellos hacen. Es bueno recordad que: "El que piensa estar firme, mire que no caiga" (1Cor. 10:12-15).
CREDO
a) Límite establecido por una denominación. Cada grupo tiene que asegurarse de perdurar, de modo que se escribe un “credo”, una declaración de las cosas que cree y de las que no. Evidentemente, en cada clero se denotan las diferencias, a veces insignificantes, a veces tremendas, entre cada tendencia de pensamiento cristiano. Pero todos los credos (sobre todo los denominacionales) tienen algo en común: Marcan las fronteras que nadie debe intentar pasar, aún a costa de cerrarle la puerta al propio Dios, pues los credos no dejan al creyente institucional salir de sus límites sin convertirlo en un trasgresor o rebelde. Resultado: La Inquisición encubierta: Quien no se ciña al credo podrá ser tachado de blasfemo y rebelde.
b) Por más que he buscado (*) tampoco he encontrado esta palabra en la Biblia.
CULTO
a) A donde van los cristianos los domingos. Algunos al salir dicen: ¡Prueba superada! Otros son felices con ello, según dicen...
b) Lo que una persona hace para mostrar que venera y admira a Dios, al punto de rendir la vida propia a Su voluntad. A veces, varios con la misma devoción se unen para rendir pleitesía al Soberano en comunidad, pero la multitud o soledad no influencia en el sentido de la palabra, que implica rendición a Dios al contemplar su grandiosidad.
DENOMINACIÓN
a) El conjunto de iglesitas que opinan igual. Casualmente, todos los creyentes "del culto" están en la que se erige como única portadora de la verdad, en contra de todas las demás, que son de segundo orden o incluso de tercero (herejes varios, etc.)
b) Este idioma no contiene esta palabra. A pesar de todo, se sabe que es algo de lo que hablan mucho (demasiado) algunos que se "denominan" cristianos. Desconocemos por qué pueda ser tan importante para ellos.
DENOMINACIÓN (versión revisada)
a) En la antigüedad funcionó muy bien para dividir a los creyentes (entonces se llamaba “secta”, y existían muchas: Fariseos, saduceos, zelotes, esenios...) En la actualidad se usa la palabra “denominación” con el mismo fin, pero sirve para diferenciar las sectas de dentro del cristianismo (a las de fuera se las sigue llamando sectas, por despecho). Cada denominación se escuda en la llamada diversidad, pero lo que realmente hace es ocultar la falta de criterio y paciencia entre diversos grupos “llamados cristianos” para encontrar la Verdad. Cuando alguna cosa se convierte en “no tolerable” en un grupo o denominación, cuando el orgullo vence y nadie cede, cuando alguno intenta imponer su propia visión (porque a veces al Espíritu Santo no se le deja ni opinar), pues se crea una nueva división, una “secta” (perdón, quise decir denominación) que si perdura por algo de tiempo se “denomina” con un nombre que exalte su diferencia con respecto a las demás. Resultado: Crear división, desconfianza y recelos, para evitar un crecimiento sano de la Iglesia.
b) Esta palabra NO aparece en toda la Biblia, por lo que entendemos que las denominaciones no entran en el plan de Dios. Quizás sea más acorde a Su propósito la frase de: “Sed todos de un mismo sentir” (2Cor. 13:11; 1Cor. 1:10-15; 1Pd. 3:8)
DEVOCIONAL
a) Bonita palabra que enmascara la pereza espiritual. Una buena herramienta será fabricar libros con nombres como “El Mazapán Diario”, que cuenten historias amenas con alguna enseñanza que parezca piadosa; esto conseguirá que el “poco” tiempo dedicado a buscar la comunión con Dios se emplee en estas fábulas, en lugar de buscar la dirección directa para cada día de parte de Dios, o la verdadera riqueza escondida en las Escrituras, esas que sobreedifican la vida de cada discípulo verdadero de Jesús. De camino, llamar “devocional” a un rato apartado para hacer una rutina de lectura al azar (o lo que diga ese día el calendario) junto con unas oraciones para pedir lo fundamental, sirve para que la gente olvide versículos como “Orad sin cesar” (1Tes. 5:17-18) o el de “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica...” (Ef. 6:18), el de “Perseverad en la oración...” (Col. 4:2) y otros muchos más. Resultado: Conseguir que el cristiano crea la falsa idea de estar haciendo bien las cosas para tener comunión con Dios a la vez que deja de estudiar sistemáticamente Su Palabra, alejándose de Él por medio de la pereza y la ignorancia.
b) Vaya, vaya… Esta palabreja tampoco aparece en la Biblia, y la seguimos venerando como algo digno de imitar. Imagino que eso del devocional estará bien para el que no haga nada de nada, pues mejor eso que la ausencia de adoración (la lectura de la Palabra de Dios era parte de la adoración para los judíos). Pero de ahí a decir que puede hacernos crecer espiritualmente va mucho. Con suerte, puede ayudar a alguno a “sobrevivir” con simples migajas de ese banquete que Dios prepara a sus hijos, a aquellos que le buscan con corazón ardiente y deseoso de conocerle y dejarle hablar.
EMPRESA
a) Nuevo sistema de gobierno de las congregaciones evangélicas (y de otras religiones afines al cristianismo). La empresa es el ejemplo a seguir para obtener éxito; consiste en tener un gerente, varios directivos, algunos mandos intermedios y muchos trabajadores que hagan el trabajo de verdad: Eso garantiza una estructura sólida y de garantía. Como toda buena empresa debe dar beneficios, que se invertirán según la VISIÓN (ver definición) de los directivos. Evidentemente, hay que trazar metas, objetivos, sistemas de trabajo, y proveer a los trabajadores (a los creyentes) de diversas charlas motivadoras con el fin de aumentar su productividad laboral y económica.
b) La única vez que aparece este texto en la toda la Biblia es en Santiago 1:11, donde dice que “así también se marchitará el rico en todas sus empresas”. Es evidente que Dios no estima que las empresas (planes, propósitos, negocios, caminos…) sean pues un modelo o ejemplo a seguir como manera de gobierno y dirección de la Iglesia, ni de las congregaciones locales.
EVANGELISTA
a) Un motivador sociocultural de la empresa. Se encarga de convencer a trabajadores en potencia a que se unan a la compañía; les promete buenos sueldos y prosperidad, ocasionalmente se las apaña para realizar alguna sanación de los que se pretenden añadir a la organización, y luego se dedica a dar charlas con carácter religioso que a veces nadie entiende, pero que son muy efusivas, convincentes y llenas de carga emocional, y que crean una especia de sugestión colectiva en el auditorio e induce a sus oyentes a rellenar solicitudes de admisión a tamaña empresa. El estatus del evangelista puede ser semejante casi al de apóstol, en el aspecto de que nadie sabe de donde viene, ni a donde va… ni por supuesto lo que cobra por sus actos de captación de clientes/obreros… No es necesario hacerlo porque lo hace por “amor a la obra”.
b) Del griego "euanguelistes", que significa proclamadores de las buenas noticias, predicadores del Evangelio. No se une esto a un ministerio con "poderes especiales". Expulsar demonios, sanar enfermos... eran una señal que seguía a los que creían en Jesús, y no específicamente a este llamado "ministerio" o servicio.
ÉXITO
a) Palabra que debe predicarse y repetirse hasta la saciedad: Tú puedes ser un campeón, tienes corazón de caballero, lucha por alcanzar "tus" sueños… Es muy útil para que la gente busque soluciones en sí mismas en lugar de depender humildemente de Dios. Tanto más crece la confianza de cada individuo en sus propios atributos y capacidades, tanto más se le cierran las puertas al Espíritu Santo para que sea Él quien capacite y regale sus dones. Resultado: Los creyentes olvidarán que Jesús es el Señor y a cambio pretenderán que se convierta en su servidor, “obligado” a trabajar para darles éxito.
b) Conseguir una congregación que busque el éxito, tendrá el “magnífico resultado” de que muchos dejarán a un lado a la propia Biblia porque cosas como: “En el mundo tendréis aflicción” (Jn. 16:33), “sufre penalidades como soldado de Cristo” (2Tim. 2:3-10), o “niéguese a sí mismo, tome su cruz...” (Mar. 8:34-38)… No concuerdan con la imagen exitosa proyectada en la mente de los crédulos que se dejan convencer por lo que proviene ni más ni menos que de la psicología, centrada al 100% en la capacidad humana (en ausencia completa de Dios). Es obvio que Jesús no enseñó nada acerca de este tipo de “éxito”, ni hay referencias al mismo en todo el Nuevo Testamento (Las 4 citas de esta palabra en el Antiguo Testamento, no tienen relación con el significado que hoy se le pretende dar a esta palabra en las iglesias; 1Sm. 18:30; 1Re. 22:13; Neh. 1:11; Dan. 11:17).
FE
b) Dice en Hebreos 11:1 que "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve". Es un don, un regalo de Dios, no algo que se compre con dinero, ni con penitencias, ni con esfuerzo por agradar a Dios... La fe es muchas cosas más, y tiene matices muy diversos a lo largo de toda la Escritura, pero por ser escueto, cito sólo que es un obsequio gratuito del Altísimo que ayuda a creer lo inexplicable, a estar seguro en momentos difíciles, a tener esperanza de vida eterna basada en los méritos de Cristo y no en los propios, a saber que vendrán dificultades y momentos malos... pero que al final del camino hay una meta segura e inamovible donde nuestra naturaleza débil será cambiada por una espiritual, imperecedera, en el reino de Dios...
FRUTO
a) La forma en que se denomina la captación de "ALMAS". Ejemplo: "Esta iglesia tiene mucho fruto", quiere decir en realidad "esta congregación capta muchas almas, y crece en número de manera importante". Ciertos salmistas modernos, cantan alegremente. "Nuestro fruto son las almas..." Un cristiano que no traiga fruto, es un cristiano de segunda clase, o posiblemente alguien enfermo espiritualmente.
b) Carácter, ejemplo, vida de integridad. El fruto no tiene que ver con cuánta gente viene a una congregación, no es crecimiento en número. Es crecimiento personal, interior, madurez. Cualquier buen árbol daría en su crecimiento natural, preciosos frutos que pueden alimentar a otros, no tomaría frutos de otros árboles para adornarse y presumir a costa de ellos... El texto bíblico por excelencia sobre este tema podría ser el fruto que el Espíritu Santo produce en los creyentes: Gálatas 5:22-23 pues sirve de guía y ejemplo al fruto que de veras le importa a Dios ver crecer en nosotros.
HEREJES
a) Los que dicen cualquier cosa que no apoye (o contradiga) al pastor.
b) Los que, movidos por la libertad, se salen de lo establecido, sin que necesariamente signifique una contravención ni una ilegalidad. Se trata de elegir libremente no de delinquir. Se trata de cuestionar lo convencional, no por defecto, sino por convicción. Es aquel que ha elegido fuera de las normas que suelen tomarse como "normales". En ningún caso debe tomarse como un término peyorativo. *
IGLESIA
a) El sitio donde se hacen "los cultos". Puede ser un local o nave industrial. Si se fomenta una contribución popular de los asistentes (económica, claro) se consiguen construir edificios gigantes de este tipo, con materias primas nobles y vistosas, y adornos de grandes diseñadores.
b) El grupo de personas que creen en Dios, y que estén donde estén, forman parte del único e indivisible cuerpo de Cristo. No son ladrillos, son personas, y se les diferencia por el amor que muestran entre ellos y hacia los demás.
LEMA
a) Parte fundamental de cualquier congreso que se precie (y también de los principios de etapa o de año en muchas congregaciones cristianas). Consiste en una frase “mágica” que parece ser que obligará a Dios a cumplirla (aunque en ocasiones, ni Dios mismo dijo nada acerca de ella). Ejemplos de lema: “Este es el tiempo de Dios para tu vida”,”Este es el año del favor de Dios”, “Prepárate para la conquista”, “Viene el Fuego de Dios”, “El Avivamiento está este lugar”, “Ven a recibir la doble porción”, “Un nuevo derramamiento para una nueva nación”, “La profecía se cumplirá y serás prosperado” o “Por una iglesia relevante que influencie esta sociedad”... Es importante que la gente memorice estos lemas, pero no importa si olvidan las palabras de Jesús. Resultado: Menos Palabra (de Dios) y más “palabrería” (de hombres).
b) La Biblia no refleja tampoco esta palabra, que parece más bien una frase-amuleto que se torna en una de esas “vanas repeticiones” que a Dios no le agradan… Además, conseguir que la gente crea en cualquiera de estos lemas, ayudará al pastor del lugar a tener durante varios domingos seguidos un tema prefijado para su sermón (sin tener que buscar mucho más acerca de la dirección “real” de Dios) y de camino, se consigue el principal propósito de “la Hermandad”: Que la gente se aprenda dichos lemas y los crea, aún con más fervor que cualquier otro pasaje de la Biblia.
LÍDER
a) Persona de gran influencia en la congregación por el simple hecho de ser poseedora de “credenciales”. Su capacidad de mando debe quedar patente, ser el monopolizador de la predicación en la “iglesia” del lugar, y convertirse en icono indispensable para la realización de toda la liturgia cristiana, sin el cual nadie se atreva a hacer nada. Resultado: La gente asocia la palabra líder con la de “jefe” (infalible e incuestionable) de modo que su voz cobra más peso que la de Dios (!!!) creando con ello el ambiente propicio para poder desviar a una congregación en pos del pensamiento de un solo superhombre-ídolo (o de una supermujer).
b) Esta palabra tampoco aparece en la Biblia (*). Solo se cita traducida en algunas versiones modernas, como la NVI. El término más genérico podría ser el de anciano, que indica un grado de madurez cristiana, así como de buen testimonio (y debiera ser obvio esto: Personas llenas de fe y del Espíritu Santo). Luego, entre ellos (en un mismo nivel, sin jerarquía) están los diversos ministerios, que no son cargos, ni títulos, sino funciones, trabajos, labores, entre los que podemos encontrar a los “conocidos” profetas, maestros, apóstoles, evangelistas, pastores… y a los no tan famosos “los que administran, los que hacen milagros, los que ayudan…” (1Cor. 12:27-31)
MAESTRO
a) La empresa no tiene cabida para este empleo, porque podría ser contraproducente, ya que si los trabajadores aprenden demasiado, podrían ser duros candidatos a quitarles los puestos a todos los directivos. A pesar de todo, para acallar a los que se sienten con la vocación de maestros, se ha creado en las empresas (digo en las congregaciones), un puesto donde abocarlos para que se sientan útiles: La escuela dominical infantil, una especie de guardería (“kinder garden”) donde se entretiene a los niños de los empleados para que no molesten a sus padres en las horas de alta productividad. Un maestro humilde aceptará este puesto, porque los niños son sin duda un buen lugar para experimentar y descubrir así si los maestros tienen dotes de enseñanza a no… Al fin y al cabo, los niños se lo creerán todo. Si algún maestro entiende que ese puesto no es apropiado para él, se le ofrece un mando intermedio para contentarlo; si sigue descontento, se le invita a abandonar la empresa y montar una propia, de enseñanza claro, con cursos por correspondencia, libros ungidos, audio-mensajes...
b) Cuando "maestro" no se refiere a Jesús, se usa la palabra griega "didáskalos" (instructor, doctor, maestro). Es pues el que enseña la sana doctrina, una columna de la Iglesia, pues es encargado (pero nunca en solitario) de dar alimento sólido (enseñar la Palabra de Dios) a los que aún no la conocen bien, para ayudar al buen crecimiento del cuerpo de Cristo. Por lo tanto, esta es la función principal del maestro, y no la del pastor polivalente (como se pretende en casi todos los sitios). El origen de esta obcecación por que el "super pastor" tome también el lugar del maestro, surgió por la tradición heredada de la iglesia católica de que un párroco fuera el ÚNICO guía espiritual de sus feligreses. Hablando de esto, un término muy interesante y traducido en la Biblia también como maestro, es el que aparece en Mateo 23:8, donde se usa la palabra "kadsegutés", (guía, maestro), en que que Jesús mismo dice: "No seáis llamados GUÍAS (maestros) porque uno es vuestro GUÍA (maestro), el Cristo. Toda pretensión de monopolizar la enseñanza en la iglesia de manera individual, va en detrimento del libre crecimiento de los dones en la Iglesia, y resulta peligrosamente opuesto a este consejo recién citado de Jesús.
MAÑANA
a) En futuro. Momento escogido por un buen cristiano de "culto" o ministro que se precie para hacer las cosas importantes (Mañana lo haré...) Hoy es el día de hacer las urgentes. Correr, trabajar mucho, ganar la salvación con muchas obras... La pena es que a veces, lo importante se pospone siempre para otro mañana, y otro, y otro, y nunca se llega a realizar; solo hay cabida para lo urgente, que puede ser una cita, una reunión con otros pastores, aclarar unas cuentas que no cuadran, elaborar un boletín semanal informativo: Todo eso se hace hoy. Mañana es el día escogido para cambiar las cosas equivocadas, para pedir perdón por el daño hecho a otros, para hablar del "anticuado" mensaje puro del Evangelio, para amar y mostrar cariño por los que nos rodean... Merece recordar también que "mañana" es el mejor momento por el que preocuparse: ¿Qué comeré mañana? ¿Tendré trabajo? ¿Mejorarán mañana mis negocios? Mañana suele ser sinónimo de afán, aunque ningún cristiano lo reconocerá abiertamente.
b) Un tiempo que no está en nuestras manos, sino en las de Dios. El cristiano debe vivir el presente: El hoy. Porque no sabemos si vendrá el "Mañana", que debiera ser el marco para la más hermosa esperanza que podamos tener; mañana podríamos viajar en las nubes, mañana podríamos estar con el Deseado de las Naciones, mañana podríamos por fin entrar en el reposo anhelado... Pero tengo el hoy, y debo aprovechar este talento para amar, compartir, ayudar, enseñar, aprender, perdonar, pedir perdón, cambiar...
OFRENDA
a) Tiempo especial del "culto" de gran solemnidad. Se aconseja acompañar este tiempo con una bonita canción y hacerlo justo después de la "adoración", cuando "los corazones son más sensibles a la Presencia de Dios". Consiste en depositar dinero en algún tipo de recipiente o bandeja, y no hay límite de tiempo para esta liturgia, ya que su objetivo es conseguir convencer a los que asisten a que cambien de idea, y en vez de dar una limosna, den una importante suma de dinero... que será bien administrado. Se dice que la ofrenda es para la extensión del reino de Dios y la predicación del Evangelio, pero es una interpretación libre, pues realmente sirve para pagar el alquiler o compra del lugar de reunión, los recibos de teléfono, electricidad, administración y gastos diversos de la cumbre presidencial.
b) En términos generales, es algo que se da por amor o caridad. Aplicado a la iglesia y el dinero, solo tenemos ejemplos bíblicos de ofrendas voluntarias dadas por los cristianos para cubrir las necesidades de otros (viudas, huérfanos, pobres... y en menor medida, para el salario [sustento, comida] de los ancianos que cuidaban con sus propias vidas y ejemplos a los demás miembros de su congregación y que no podían ganarse por ello el sustento por sus propios medios. A pesar de todo, vemos a gente como el apóstol Pablo, que por años sobrellevó su trabajo "laico" con el "congregacional" (entre los corintios, por ejemplo). No hay registro de recogerse ofrendas entre los primeros cristianos para el mantenimiento de grandes templos... porque ni los había ni los necesitaban. Un cristiano es sabedor de que todo lo que tiene le pertenece a Dios, y tiene la responsabilidad de utilizar sus recursos (no sus limosnas) con sabiduría, y ayudando primeramente a quien tienes a tu lado, pues, el que dice amar a Dios y no ama a su hermano es mentiroso (según cita 1ª Juan 4:20)
PACTO
b) Del hebreo "berit" (alianza, promesa, compromiso) y del griego "diadseke" (disposición, contrato, testamento). De estas palabras se traduce TESTAMENTO, PACTO (el antiguo y el nuevo) donde vemos la disposición de la ley, que regía el compromiso de Dios de ayudar a los que procuraran cumplir con sus estatutos y el castigo de los trasgresores no arrepentidos. En el antiguo "Berit", el perdón de pecados venía por el derramamiento de sangre de un cordero puro, sin defectos, que tomaba en sí el castigo de los infractores. El Nuevo PACTO que estableció Jesucristo, fue derramar su propia sangre en lugar de la de aquel cordero pascual, y que todo el que creyera en el poder redentor de su sacrificio, recibiría el perdón y la reconciliación con Dios. No hay otro pacto más valioso que este, es el contrato de libertad que Dios regala a todo el que crea en el poder salvador de la sangre de Jesús... Si Dios nos regaló ese pacto o testamento (alto precio para Jesús, pero gratis para todo aquel que en Él crea) ¿Cómo puede alguien hoy día relacionar PACTO con dinero?
PASTOR
a) Quien manda en una congregación. Si asciende, puede ser llamado "Presidente" o "Apóstol" según el caso, en estricta cadena jerárquica. No es crucial su capacitación académica o moral, pues la titulación o credenciales aportadas por otros de su mismo empleo, suelen ser válidas para ostentar dicho cargo de influencia.
b) Alguien que "huele a oveja". Traducido al término iglesia, es todo aquel capaz de dar su vida, su tiempo, su comprensión, su ánimo, su compañía y aún su dinero a cualquier otro compañero de camino; nunca va empujando por atrás, sino pasando en primer lugar por los peligros de los senderos angostos de la vida. Para más detalles, tomar el ejemplo de Jesús, o el citado en el Salmo 23
PASTOR (versión revisada)
a) Gerente de la empresa cristiana y con la titulación necesaria para ello: Credenciales o reconocimiento similar, otorgado por otros poseedores de este mismo cargo. Dicho pastor debe tener un muy buen sueldo “digno de gerente”, para que no se preocupe de su economía, sino de los problemas de la empresa; debe contar con algún consejero personal, con secretaria, línea de teléfono gratuita, Internet para buscar nuevas ideas que proyectar sobre el negocio, y a ser posible, cuotas extras para el vestuario, las convenciones nacionales, los viajes, las dietas y el combustible de su automóvil. Si la empresa es grande, su agenda no le permitirá mantener citas con los empleados sin que medie antes algún mando intermedio que le alivie el trabajo cotidiano.
b) No es un cargo, ni un título, ni un grado, ni un estatus. Del griego "poimén", indica simplemente una función, un trabajo realizado; se intercambiaba este término asignado a personas que en otros casos eran identificadas con otras palabras, (ancianos, obispos...) siempre en base al trabajo que realizaran en ese momento, y no a un "cargo" jerárquico; por eso estas palabras calificaticas se permutaban entre sí como sinónimos, pero nunca indicando superioridad.
PROFETA
a) Gurú o vidente que sirve de adivino y analista. Su función es averiguar cuales serán las tendencias del mercado. Es un puesto muy valioso para el resto de la directiva, porque dado su título (venerado por todos los de categorías inferiores), los trabajadores siempre creerán sus palabras, de modo que cuando la empresa marche mal, el gerente le cederá la palabra en público para que vaticine grandes logros futuros que tranquilicen a los trabajadores, y los convenzan de que todo irá bien… siempre y cuando no dejen de trabajar y pagar sus “cuotas sindicales”. Frases favoritas de los profetas: “Algo grande viene”, “Todo saldrá bien”, “Es el momento de PACTAR (ver definición) con Dios”, “Dios me ha revelado”, “Sujétense a las autoridades”, “Siento una tremenda UNCIÓN” (ver definición) y “Este es el año del Señor para ti”...
b) Del griego "profetes", derivado de las palabras "pro" y "femi", que indican el significado de dar a conocer, mostrar o afirmar pensamientos o palabras, pero con antelación (pro). Algunos afirman que todos los creyentes somos profetas, en el sentido que proclamar el Evangelio es un aviso de todo lo que está por acontecer (además de lo que ya sucedió) Pero el término bíblico parece indicar que Dios revela sus planes a personas determinadas, para despertar y dirigir la conciencia de Su Pueblo, siempre en consonancia con Su Palabra. En todo caso, tampoco se trata de un cargo o título, sino del desarrollo de una capacidad (don) concedida por el Espíritu Santo.
b) Este concepto estaba muy difundido en el antiguo oriente. Es significativo el libro de Job, en el que sus "amigos" le acusan de ser un pecador a causa del mal y la ruina que le sobrevino; a pesar de ello, Dios mismo dejó claro que NO era así, y que la adversidad de Job no se debía a su vida pecaminosa... De todos modos el pensamiento persistió por siglos, y hoy parece resurgir entre algunas comunidades cristianas. Pero hemos de tener en cuenta que Jesús vino a esclarecernos las cosas importantes, y que la iglesia primitiva siguió sus pasos, y ellos nunca hablaron de este tema: La palabra prosperidad NO aparece en todo el Nuevo Testamento, de manera que es obvio que no es un tema importante o determinante, ni para la iglesia, ni para los obreros, ni (sobre todo) para el mismo Cristo.
REVELACIÓN
b) Palabra derivada en el Nuevo Testamento de "apokalupsis" que significa descorrer el velo que cubre lo desconocido, mostrar algo que estaba escondido, quitar la cubierta. El último libro de la Biblia lleva ese nombre (Apocalipsis en castellano). En todas las veces que se emplea este sustantivo en las Escrituras, con distintos matices, Dios muestra algo al hombre, algo que estaba escondido y es manifestado, algo que estaba tapado y ha sido descubierto. Un matiz importante es saber que la revelación viene de Dios, y no de voluntad humana, de modo que nadie puede traer "revelación" cuando le plazca, porque el que descubre esas verdades escondidas y las trae a luz es Dios mismo en su sola potestad; tampoco la revelación es posesión única de alguna persona particular, ni de ningún "ungido con revelación profética".
SEMBRAR
b) En el Nuevo Testamento destaca esta palabra en la llamada parábola del sembrador, en tres de los cuatro evangelios (Mateo 13:3-9; Marcos 4:3-20; Lucas 8:5-15) Es significativo que lo que se siembra es "la Palabra de Dios", y no dinero a cambio de favores o milagros. Este tema se ha tergiversado a raíz de textos como el de 2ª Corintios 9:6, donde sí se aplica el verbo sembrar para dar una ofrenda; el problema es "para qué" era, y el "cómo" se debía dar: No pretendía ayudar a un renombrado ministerio, ni construir un suntuoso edificio, ni ser usado para una excelente producción discográfica, ni para el enriquecimiento de ningún dirigente eclesial. Era para cubrir NECESIDADES reales de otros cristianos, y con la actitud de desprendimiento gozoso, alegría por saber que se estaba ayudando a otros hermanos, y en ningún caso era una imposición, ni mandamiento solemne; además, no era una práctica semanal ni parte de la liturgia cúltica, sino que el texto habla de una ofrenda que estuvieron preparando por meses los hermanos de la provincia de Acaya para los de Macedonia, quienes estaban en profunda pobreza (2ª Corintios 8:1-2)... Una cosa es ayudar con alegría a los que lo necesitan, y otra muy distinta pagar cuotas por asistir a una congregación...
SERMÓN
a) Predicación de una persona, habitualmente el líder “superior” de cada congregación, y en la que puede decir lo que quiera. La mejor manera de prepararlo es esta: Pensar qué se quiere decir, explicarlo, y luego adornarlo con algún versículo bíblico (que se busca en la concordancia fugazmente), para que se vea el sermón bien espiritual. Lo importante es que mientras tanto, el líder controla todo lo que se habla en la reunión (porque lo dice casi todo él). Resultado: Entretener a la gente, apartarla de la mutua edificación, y destruir la comunicación horizontal entre todos los miembros. De camino, se apagan los dones de aquellos que en vez de ser “líderes” se ven obligados a convertirse en “pasivos oyentes” ocultos tras el silencio de los bancos.
b) El problema del sermón es que mientras uno solo controla el “micrófono”, todos los demás tienen que callar y asentir, sin poder preguntar, ni opinar, ni corregir, ni ampliar, ni apoyar, ni esclarecer nada de lo que el predicador diga. Los filósofos griegos inventaron el “sermón” y es un buen medio para mezclarlo con la vida de la iglesia con el fin de adormecerla (diría mejor entontecerla): Con él, la gente deja de estudiar y buscar, porque solo hay que esperar al siguiente domingo para ver lo que el “líder” ha masticado para darnos a comer. (Quien quiera una información más detallada de esta palabra, puede visitar el artículo de este blog titulado “El Sermón Dominical”). Cabe aclarar que la única mención a “sermón” de toda la Biblia, no pertenece a ninguna palabra de la traducción original, sino sólo a un “titulo añadido”, un encabezado que no estaba escrito en el griego, pero que alguien puso a cierto pasaje del Evangelio de Mateo, donde se inventó lo de “El Sermón del Monte” (en lugar de “las enseñanzas desde la montaña”, por ejemplo)
UNCIÓN
a) Ambiente que puede oscilar desde un estado contemplativo similar al nirvana, hasta el de una exagerada euforia colectiva. Lo importante es que hay que sentirla. Cualquier asistente a "cultos" que se precie, se esforzará por sentir (o por manifestar exteriormente dicho sentir, con el fin de aparentar "espiritualidad"). Cualquiera que no "siente la unción" será excluido por falta de espiritualidad, o por no sujetarse a la AUTORIDAD pastoral antes citada, ya que es la única responsable de que dicha nube invisible de éxtasis venga al lugar donde los pobres creyentes inexpertos se reúnen como polluelos abriendo sus picos para engullir un poco de dicha "unción". En muchos casos, es sinónimo de gasolina espiritual, es un empujón de ánimo inducido en masa que debe dar al creyente suficientes fuerzas como para soportar la dura vida hasta el momento del próximo culto lleno de "unción". En algunos lugares más aventajados, se llega a llamar unción a la capacitación recibida de parte del Espíritu Santo con el fin de realizar alguna función, habitualmente de mando, en cualquiera de sus variantes ministeriales. Hay multitud de unciones: Unción de prosperidad, de milagros, profética, sanadora, de paz, del leproso, del búfalo, de poder, del león, de las finanzas... Ante tal diversidad de acepciones, se ha convertido en una especie de palabra mágica que solo de pronunciarla produce una atención especial de los oyentes, llegando a producir una especie de catarsis. Por cierto, suena más imponente si se pronuncia "uunsiooón".
b) Este término usado como sustantivo (gr. "jrisma) solo aparece en dos ocasiones en el mismo capítulo del Nuevo Testamento en 1ª Juan 2:20 y 27, como algo otorgado de manera especial por el Espíritu Santo, indicando su propia presencia. Otras formas verbales (ungir, ungido) aparecen citando textos del Antiguo Testamento en boca de Jesús (Lucas 4:18) o refiriéndose a Él (Ungido = gr. "jristos", similar a Cristo). Aparece pocas veces más, una de ellas en la carta de Santiago, o cuando aquella mujer ungió a Jesús con un caro perfume. Todo el significado y peso bíblico recae en textos del AT, donde se ungía para encomendar a alguien a un llamamiento especial, por ejemplo, el profeta Samuel unge a David por Rey de Israel. Pero en todo caso Jesús no hizo hincapié en esta enseñanza, y solo el apóstol Juan usó la imagen para referirse a la presencia del Espíritu Santo... De ahí a toda la variedad doctrinal actual, hay mucha "inventiva humana".
VISIÓN
a) Agudeza intelectual que Dios destina en exclusiva para los directores de congregación (apóstol, pastor, presidente, superintendente, obispo…) Con ella, "el siervo" puede “saber” lo que va a suceder, y la utiliza para indicar de qué forma moldear la estructura eclesial a libre criterio, promover nuevos proyectos, construir majestuosos templos de reunión, establecer metas numéricas de crecimiento para la congregación, y estimar los ingresos monetarios previstos por dicho crecimiento. En una congregación, puede darse el caso de gente con visión que no sean los dirigentes (una única excepción): Hablamos de los empresarios, porque gracias a "su visión" han conseguido prosperar y tener todo cuanto tienen. Sin visión no hay metas, sin metas no hay propósito, sin propósito no hay ni crecimiento... ni ingresos.
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NOTA (*): Para todas las palabras citadas en este Diccionario, se usa como base la traducción al castellano de las Sagradas Escrituras de “Reina Valera, revisión del año 1960”
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