El verdadero feedback

Pero la clave es hallar el adecuado, es decir un feedback objetivo y no subjetivo, que nos proporcione un verdadero diagnóstico.

No hay feedback más objetivo y de mayor beneficio para nosotros que el que proporciona nuestra propia vida. 

El que oye este feedback, es decir, el que lo recibe y actúa en consecuencia con él, terminará siendo sabio. 

Frente a una amonestación que nos impone la vida por nuestra forma errada de vivir, podemos tener dos tipos de actitudes: oír o no oír; prestar atención o ignorar. 

Un error puede convertirte en sabio o en necio. Si aprendés de él, te convertirá en sabio, y si no, te convertirá en necio. 

Un error no te condena, tu forma de actuar frente a él sí, cuando no recapacitás y corregís lo que es necesario.

En gran medida tu futuro estará determinado por haber oído o no las amonestaciones que la vida te proporcionó en el pasado. 

• Divorciados que no han aprendido de su fracaso matrimonial.
• Empobrecidos que no han aprendido de su negligencia material.
• Apartados de Dios que no han aprendido de su rebelión.

Cuando la vida te “pase una factura”, préstale atención a lo que te está facturando, para que en el futuro puedas actuar de otra forma y no sigas cometiendo los mismos errores.

Por último, un secreto de gran valor es aprender de las amonestaciones que la vida les proporciona a otros, porque te imparten las mismas lecciones de sabiduría pero sin sufrir las consecuencias en carne propia.