Ser Mamá después de los 40

enero 07, 2020



Hola a todos los seguidores y visitantes de este sitio, hoy quiero tomarme el tiempo para hablarles de mi, un poquito de mi historia y de lo que estoy viviendo últimamente.

Sé que les servirá a muchas mujeres y hombres donde necesitan una luz de esperanza y saber que en Dios tenemos las respuestas para cada área de nuestras vidas.

Tengo mucho para agradecer a nuestro Dios por este próximo año pasado 2019. 
Primero dar gracias por la vida, la salud que El nos da cada día, junto a mi esposo hemos cultivado este primer año de casados.
Segundo dar gracias a Dios por la vida de nuestro bebé que llega en unas semanas, estoy transitando el último mes de embarazo, y realmente es todo un desafío nuevo en nuestras vidas como padres primerizos y sé que este hijo es una recompensa del cielo a mi vida, en especial, y a nuestras vidas.

Como administradora de este Sitio les cuento que hace un año y 7 meses estoy casada con un hombre maravilloso, desde el primer día vivimos esta nueva aventura y etapa de la vida, ambos venimos de hogares cristianos, los dos somos nuevos en esto del Matrimonio y aprendemos día a día en este desafío. No es fácil, aunque nada imposible de sobrellevar. El primer año cuesta, no lo niego, pero si algo que nos propusimos es llevar adelante esta relación poniendo a  Dios primero y con su guía podremos.

El regalo más hermoso a nuestras vidas llega en unas semanas! Y como son las cosas de Dios que llegan a tiempo. Nuestro bebé es la recompensa a nuestras vidas, es el obsequio de nuestro Papá Celestial, el anhelo de nuestro corazón. 
Cuando supimos del embarazo fue emocionante porque estábamos atravesando momentos de dudas, y pocas esperanzas de llegar a tener hijos. Naturalmente concebimos y hoy es toda una realidad. Ya queda poquito para tener entre los brazos a nuestro hijo. 

Mi experiencia como mujer: todo nuevo! Soy tía de 7 hermosos sobrinos, los cuales cuide, cambié, bañé, en fin pero claro no es lo mismo cuando llega lo propio. La experiencia es única, sentir que late, que se mueve, que está dentro mío es increíble.
Se aprende semana tras semana, se realizan los cuidados y estudios pertinentes, se está atento a dolores, molestias, los famosos antojos (que por Dios! son reales). 

No sé como les llamaran en otros países pero aquí en Argentina se nos dice "mamás añosas" justamente por ser mamá después de los 40 años de edad; cuando supe en aquel análisis de sangre de que estaba esperando un bebé me vino como toda una realidad nueva a mi mente, y parece automático pero te cambia toda estructura mental, todo el sentido de la vida, ya  no se piensa en y por sí mismo, sino en el nuevo ser que viene y que además de llevarlo dentro mío ya es alguien que conforma lo nuevo en la familia. Se piensa en su futuro, todo gira en su entorno y para bien, por supuesto. Hablarle a la pancita es maravilloso! 

En mi caso, además, sé tocar instrumentos como guitarra y teclados, he tomado el tiempo para tocar y cantarle alabanzas, es muy agradable porque se siente sus movimientos al sonar de la guitarra.



Mi bebé moviéndose en sus primeras semanas de vida! 

Apenas supimos de este regalo de la vida nos emocionamos, lloramos, reímos, todo junto y  nos abrazamos dando gracias a nuestro Dios por su grandeza, por haber hallado gracia, favor y  misericordia con nosotros.
Hoy terminando de cursar la semana 35 ya estamos atravesando la etapa final para recibir al príncipe del hogar. 

Si tuviera que explicar en palabras lo que sentí y vi en la primer ecografía, la cual fue a las 8 semanas de vida cuando nos enteramos de este suceso, solo me sale decir el salmos 139: 16 "Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas". Es lo primero que se ve, el corazoncito latiendo ... No existen palabras para decirlo, corrían nuestras lágrimas de alegría y emoción de ver la creación de Dios en vivo y en directo. 

Quizás muchas mujeres que hoy leen este artículo se sienten identificadas, otras quizás están esperando ese milagro de ser mamá, otras a lo mejor no lo anhelan todavía pero puedo decir con certeza que todas llevamos una mamá dentro nuestro. El instinto materno es innegable por el simple hecho de que Dios nos hizo así para un momento especial, para un ser especial y para llevar en la sangre y el corazón el amor dedicado a nuestros hijos.

Es toda una carrera nueva que en esta vida puedo transitar. 
Dios te bendiga! 


TodoGospel by Rachel

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