Hace unos días me vino esta palabra para poder escribirla en un post. ¿Qué voces estamos escuchando? 

Recordé que en los orígenes del ser humano cuando la primer mujer, Eva escucho la voz de la serpiente, y sabemos lo que pasó. Luego Adán, el primer hombre escuchó la voz de la mujer, y también sabemos lo que pasó.

Ahora bien, después de que comieron el fruto prohibido ellos oyendo la voz de Jehová Dios se escondieron de su presencia; cuando Dios habló y dijo: -¿Dónde estás tú?- Adán respondió: -Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo y me escondí. (Génesis 3).

¡Qué tremendo, porque aún hoy el ser humano sigue escuchando la voz del enemigo y cuando escucha la voz de Dios siente miedo!

Quiero compartir con vos que estás leyendo este artículo los diferentes tipos de Voces que podemos llegar a oír y nos desenfocan de oír la voz de nuestro Papá Dios. Y quiero que me cuentes si te has sentido identificado o  te identificas con alguna de éstas voces.

Antes quiero decirte que toda voz que no produce paz, que no es transparente, que ocasiona perturbación, produce quejas o enojos en nuestras vidas NO es la Voz de Dios. A continuación te dejo una lista de algunas voces que llegan a nuestras mentes y corazón y que no deberíamos darle identidad en nuestras vidas:

• Voces de Temor: son aquellas que vienen después de un evento traumático, o no, donde tratan de paralizar, frenar, y hacer morir toda clase de sueños, de energía, de paz y gozo. Suelen quitar las fuerzas y pueden llegar a producir problemas en la salud física y mental. Producen soledad, inseguridad y pérdida del gozo del Señor gradualmente.
• Voces de Dolor: Son las que llegan o quedan por algún evento o situación de pérdida, por sufrimiento y produce estancamiento y hasta se puede llegar al resentimiento y amargura. Pueden generar angustia, falta de perdón, se deben tratar a tiempo y recuperar el gozo y la paz del Señor para seguir adelante.
• Voces Internas: Son aquellas que pueden ser producto de la propia imaginación pero no son buenas si producen tristeza, melancolía, recuerdos dolorosos y afectan a la salud mental y emocional. ¡Qué el Espíritu Santo nos ayude a distinguir cuando es la voz de Dios hablando a nuestro interior!
• Voces de Dudas e Incredulidad: Son las que quieren matar nuestra fe, las que producto de nuestras falencias tratan de trabajar con dudas llegando a ser incrédulos de lo bueno que Dios hace o ha hecho en nuestras vidas. Hacen llegar a creer que hemos perdido sentido de la vida, el perdón que ya tenemos en Cristo, y pérdida de la fe en sus promesas. 
• Voces de Fantasía: Éstas se relacionan en cierto sentido con las voces internas. Son las que pueden llevar a una persona a cometer pecados en el área sexual, en el área mística o esotérica, entre otras. Producen pensamientos de falsas realidades y pueden llevar a caer en la pornografía, fornicación, lujurias, ocultismo. Se trata de "cumplir" expectativas que solo están en los pensamientos de alguien que necesita de pureza; como relata David en el salmo 51; - "renueva un espíritu recto dentro mi" .